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Un pueblo del norte de California, a 360 km. de San Francisco fue vendido por 1,7 millones de euros en una subasta en internet. Aunque aquel anónimo comprador se retiró, este lugar que parece encantado ya no dejó las pasarelas. Una de las primeras propietarias, Elizabeth Lapple, una marchante de antigüedades, compró la propiedad hace tres décadas por 150.000 dólares mediante un anuncio en Los Angeles Times. Poco después lo adquirió un grupo religioso, que no pudo hacer frente a los pagos, por lo que la propiedad volvió a manos de la marchante.
La oferta de Lapple atrajo pujas de lugares como Islandia, Alemania o Texas, en este último caso por parte de un hombre que buscaba convertir la ciudad en un burdel.
Bruce Krall, al adquirirla en Internet, se esforzó por convertir la propiedad en un centro de retiro. Según informó "Los Angeles Times", abandonó el proyecto unos años después por asuntos familiares. Bridgeville podría convertirse en un campus universitario, un rancho o un pequeño complejo hotelero, ya que está "en un lugar verdaderamente bonito, justo fuera de la zona de nieblas".
Daniel Thomas La Paille, le compró a Krall la ciudad el 3 de agosto de 2006. La Paille pagó $ 1,25 millones, el dinero procedente de su propio trabajo de gestión del entretenimiento, así como de su madre y abuela. La Paille se suicidó cuatro meses más tarde.
5 comentarios:
Está visto que en las subastas puedes encontrar de to... ¿Y ahora que harán con él?
Besos
Yo diría que un pueblo maldito
Caray. Mira que es mala suerte la del tal La Paille. Pero quizá estas cosas pasan por creer que todo puede venderse y comprarse.
@Alba: Pues sí, amiga Alba. Para ahondar en la historia que a mi me llamó la atención y publiqué en su momento, veo que el 31 de diciembre de 2002, el diario enlace "El País", se hace eco de esta curiosa subasta en EBay.
@Javier: Estoy contigo también en esa apreciación. Todo indica que quien se adentra en la espesura de ese lugar, a simple vista tan idílico, encuentra la rauína o la muerte. Ya veremos cómo termina.
@Juan Carlos: Dice Elizabettth, la portavoz de la familia Lapple que lo poseía desde 1977: "Cuando uno es dueño de un pueblo controla totalmente la vida de los que ahí viven. Esto es más que suficiente por el precio pagado".
Yo creo que la ambición les ha perdido a todos y así van los resultados.
Pues con el historial que cuentas cualquiera se atreve a pujar por ella. Quizás sea su destino estar deshabitado
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