Comida lebaniega

Los expertos en gravedad y espacio, han determinado que el record de un salto de altura en la luna estaría en unos 15 metros, mientras que el de longitud llegaría a 54 mtrs. Esta impresionante marca se explica porque la fuerza de la gravedad en nuestro satélite es seis veces menos que en la tierra.

Un centro educativo de Rusia, "el UFO and Paranormal College", enseña a sus alumnos cómo deben comportarse si se topan en su camino con un alienígena.
En Bélgica hay una localidad llamada "Spa", famosa por sus baños desde la época de los romanos. Aunque otros entendidos señalan que lo que ahora tanto mola, es decir, "el spa"(balneario) procede del acrónimo "salus per acquam" (salud a través del agua).

Comedor económico

Cáritas Barakaldo abrió hace unas semanas un comedor económico. La idea de los patrocinadores es que personas que pasan por una difícil situación económica puedan comer en este recinto todos los días laborables. Los fines de semana reciben un menú en recipientes preparados para que lo puedan llevar a casa. Varios grupos colaboradores valoran la situación de los que solicitan este recurso.

Más información: Cáritas Bilbao

Una delegación de arquitectos e ingenieros de Shanghay visitaron Bilbao recientemente, para conocer de primera mano el cambio que ha experimentado la ciudad en las últimas décadas. En la terraza de "La Alhóndiga", Guoxiong Shi declaraba: "El museo Guggenheim ha puesto a Bilbao en el mapa y, además, en el centro del mapa. La ciudad es ya el centro cultural de Europa".

Comida lebaniega

En 'La historia de Liébana a través de los documentos' el historiador Manuel Estrada Sánchez relata la comida que la Sociedad Minera La Providencia ofreció en Andara en agosto de 1882 al rey Alfonso XII, que giró visita a la zona de Picos de Europa y sus explotaciones mineras, entonces boyantes. El menú estuvo compuesto por caldo de carne de vaca y gallina, solomillos de setas, truchas fritas, lenguas en escarlata, salmón en salsa tártara, asados de pierna de rebeco y de pavo, fiambres de jamón en dulce y lengua trufada, dulces de tarta, pastelillos de crema y empanadillas, y postres de melétanos, peras de donguindo y briñones, piña fresca, dátiles de Berbería, melocotones, uvas y galletas inglesas.Los vinos que acompañaron tan suculentos manjares fueron tostadillo de Liébana, Jerez, Liébana común del año 1875 y champagne. El curso de la historia es siempre parecido en este detalle: a los reyes y gobernantes nunca se les ha negado un banquete de lujo. No debemos olvidar que en aquellos años, a finales del siglo XIX en esta comarca había un grupo social que estaba al borde de la subsistencia.

Para saber más: Cantabria en la mesa

Imagen: Bilbao, Arquinews