El broche: San Salvador de Cantamuda
Desde Cervera hay otro paso a Cantabria, más gratificador que el de Pozazal, menos transitado, más primitivo y recóndito, también más jugoso y arbolado y -eso sí- más dificultoso en las épocas de nevadas. Pero merece ciertamente la pena llegar a San Salvador de Cantamuda.
Desde San Salvador se avista el monasterio de Lebanza. Antiguo seminario y ahora refugio de excursiones veraniegas. Los capiteles de su claustro se encuentran en el Fogg Art Museum de Cambrigde (USA). Están fechados en 1185 y son obra del mismo maestro de los capiteles de Moarves. Así, al final de nuestro viaje, sin quererlo, nos topamos de nuevo con el expolio, avidez de los otros, desidia e ignorancia nuestras. Perdida la relación entre el arte y la vida, incomprensible aquél y dura ésta, el Patrimonio palentino, como el español, ha sufrido inacabables menoscabos. Por ello uno no puede sino sonreir cuando algunos teóricos idealistas se siguen empeñando en dar por vigentes unas relaciones que incluso explicarían comportamientos personales y colectivos entre el arte y las poblaciones que conviven con él.
Pero queda ya para coronar Piedrasluengas. En el paso mismo charlo con un labrador. Bajan -dice- a Cervera a comprar porque en "Potes cobran el impuesto revolucionario". "Son más señoritos que en Cervera" -y me previene de los comentarios de la gente- "si es que voy preguntando". "No se fie demasiado. Por aquí la gente habla en volúmenes..."
"A un lado de la carretera hay hayas; están a la sombra, porque requieren la sombra. Los de la izquierda son robles, que no la necesitan tanto."
Con la bajada del puerto se entra en Cantabria que ahora ya no es Castilla. Quizá nunca lo fue, no sé. Pero por este paso se escurrió el latín polémico del Beato de Liébana que sería ilustrado con las punturas más sorprendentes de la Edad Media.
Por aquí las altas tierras de Castilla topan con las Peñas. Aquí empezó y terminó el esplendor de Castilla y también aquí empieza o termina -según se mire- una frustacción histórica.
César Alonso de los Ríos
@Aresa, 1988
@Renfe, 1988
César Alonso de los Rios, comenzó a escribir en el "Norte de Castilla". Trabajó durante 12 años en "Triunfo", dirigió el semanario "La Calle" y a finales del pasado siglo fue adjunto a la dirección de "El Independiente". Otras de sus publicaciones: "Conversaciones con Miguel Delibes y "El desafío socialista".
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