Los Árabes

 Capítulo IV

Los nuevos visitantes, los árabes, y los españoles de la resistencia, más o menos organizados por la Reconquista, fueron durante ocho siglos los protagonistas de la Historia de España.

Se exploraron de nuevo las riquezas metálicas: el oro y la plata de Jaén y el Algarbe; el plomo y el hierro de Córdoba fueron objeto de industria. El Tajo, en Toledo, templó de nuevo espadas para su fama, y Almedinilla siguió forjando las que aún hoy asombran. Se dió el nombre de Almadén -la mina, en árabe- al lugar de los depósitos de cinabrio. Los alcázares y mezquitas se mezclaron con rojo bermellón, y cuentan que entre los encantos de la fabulosa Medina Azahara, que construyera Abderramán III en el siglo VIII, hubo una fuente con surtidor de mercurio y concha de pórfido, "do el gran Califa contemplar solía la imagen pura de la noble esclava". Difícilmente hubiera podido ser utilizado el mercurio para más delicado propósito.

La exquisitez de Damasco y Bagdad, se reprodujo en ciudades españolas como Córdoba, Sevilla, Málaga y Granada, mientras en la mitad norte de la península los reinos cristianos iniciaban la Reconquista.

Felipe Calvo, humanista palentino.

Ensayos y escritos en "Curiosón".