Curiosón se apea de "Bitácoras"
Después de la última entrada, recogida de libros y, citada convenientemente, he decidido dar de baja este blog en Bitácoras, abierto a finales del pasado año.
Al margen de dos o tres "inquisidores", a quienes este portal no detuvo -si es que como aseguran, no tenían nada que ver con él-, y después de soportar unas investigaciones y un recelo que no proceden porque, mi único deseo es transmitir el eco de la historia.
La historia no es mía, ni de quienes la citan como suya.
Sé que argumentar con aquellos que me acusaron de ocupar la portada de esta casa tantos días, es echar más leña al fuego, cuando les convendría preguntarse: ¿por qué llegó a la portada? ¿Por qué razón le votaron tantas veces? ¿Qué es lo que vieron los demás, que el inquisidor no quiso ver?
Fíjense qué delirio: el que me acusa de copiar, el que me acusa de no citar las fuentes, porque valora mucho el trabajo y la dedicación de tanta gente, deja un enlace en los comentarios donde dice, provocando, deleitándose, despreciandome, "el que quiera más curiosidades aquí las tiene". Y nos remite a una página fría que expone una serie de curiosidades sin citar fuente alguna.
Eso ya es una obsesión, una caza de brujas, un atropello que no voy a tolerar, porque los inquisidores me dan flema.
Con respecto a Bitácoras, si es que, como Alayón defendía, este señor nada tiene que ver con el Portal -que yo tengo mis dudas y no me planteo un encuentro para aclararlo, le está dejando hacer las veces de maestro de orquesta, a él que no alimenta una bitácora, y cuya enfermiza obsesión, a la larga, puede ocasionar el quebranto de este portal donde tantos amigos he encontrado.
Me despido con una cita de Paulo Coelho:
"Ser hombre es tener dudas y, aun así, continuar tu camino".
P.D.:
No contestaré a los comentarios en Bitácoras.
No hay vuelta atrás.
El blog seguirá su marcha a partir de mañana, fuera de Bitácoras.
Gracias de corazón a todos mis seguidores.
Gracias a todos los amigos.
Gracias, también, a los enemigos, porque no hay duda que su empeño en tumbarte siempre te lleva a buscar un camino mejor.