El ‘GR-1’ es un eje de comunicación que une el Mediterráneo y el Atlántico desde hace siglos. Transita por Salcedillo, Brañosera, Herreruela, Vañes, Cervera, Triollo y Cardaño.
Marta Redondo
Periodista
El Camino de Santiago es sin duda la ruta más conocida de España. Un sendero espiritual y turístico que recibe todos los años a miles de peregrinos que van en busca de Santiago y del fin del antiguo mundo. De igual modo hay otras sendas que no son tan famosas aunque están siendo muy frecuentadas en los últimos años. Para muchos hay un recorrido alternativo todavía muy poco conocido y que coincide en algunos puntos con el Camino de Santiago.
El sendero histórico GR-1 es un camino que ha servido durante siglos como eje de comunicación entre el Mediterráneo y el Atlántico, y que cada vez está ganando más adeptos. Una ruta entre Ampurias (Gerona) y Finisterre (La Coruña) que tiene como objetivo fundamental abrir un corredor que una el mar Mediterráneo con el océano Atlántico.
Recorrido de este a oeste que transita por tierras de Cataluña, Aragón, Navarra, Álava, Burgos, Cantabria, Palencia, León y Galicia. Como pasa por Santiago de Compostela, sirve también para realizar el Camino de Santiago en línea recta.
Dividido en 43 etapas, varias de ellas hacen parada en el norte de nuestra provincia por tres de las comarcas más bellas: La Braña, el Valle de Castillería y la Ruta de los Pantanos, en pleno corazón del Parque Natural de Fuentes Carrionas, Fuente Cobre-Montaña Palentina.
Ancestral ruta que atraviesa toda la Montaña Palentina de este a oeste, entre el Collado de Somahoz en Salcedillo y el Collado de la Cruz Armada en Cardaño de Abajo, generando un eje de paso entre los cuatro valles más importantes: Rubagón, Pisuerga, Ribera y Carrión, recorriendo bosques de roble y haya, ríos, vegas y montañas y contemplando un patrimonio histórico que junto al Románico hace de estos pueblos, rincones de una riqueza cultural única.
La distancia del recorrido por la Montaña Palentina es de 65.500 metros con una duración de 5 jornadas. Los senderos de Gran Recorrido están señalizados mediante unas marcas características consistentes en una raya blanca sobre otra roja y que se suelen pintar sobre troncos de árboles, piedras o muros o sobre soportes específicos. Existen diversas variantes de estas marcas para indicar continuidad, cambio de dirección o dirección equivocada.
Se trata del otro gran camino palentino que todos en algún momento deberían recorrer para disfrutar de los paisajes y la naturaleza, además de su gran patrimonio y paisanaje.
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Marta Redondo Moreno es licenciada en Ciencias de la Información, especialidad Periodismo -2000- y Máster de Estudios Europeos -2001- por la Universidad Pontificia de Salamanca. También tiene estudios de Ciencias Políticas por la Universidad Nacional a Distancia -UNED-. La periodista palentina, que reside en Aguilar de Campoo, inició su carrera como periodista fuera de su tierra natal en Madrid. En el año 2003 volvió a su tierra para hacerse cargo de la Delegación de Diario Palentino en Aguilar de Campoo. También ha participado en el libro número tres de la Colección de Historia de la Montaña Palentina con un trabajo sobre los pueblos desaparecidos de los pantanos de Aguilar y Requejada, que inspiran éste trabajo.
Sobre las casonas del Calero, las golondrinas describen incesantes curvas. Algunas bajan hasta el arroyo para rozar con sus picos el reflejo de las aguas.
Teo Revilla
Poeta - Pintor
Tras caminar un buen rato en compañía de mi madre en templada charla, llegamos a lo que fue en otro tiempo el barrio de Mercedes, hoy desaparecido. Como desapareció el boscaje de la ladera que lo protegía de vientos y nieves, debido a la acción devastadora y codiciosa de la última empresa minera. Un poco antes de llegar a Mercedes, nos detenemos en lo que fue la mina donde trabajó el abuelo Teodoro antes de la guerra civil, muerto en Vallejo de Orbó en el año cincuenta a consecuencia del desprendimiento de otra mina en esa localidad brañoserense. Recordamos al abuelo silenciosos un momento, y continuamos viaje. Un poco más allá, desviado del camino, un oculto sendero casi inapreciable entre arbustos y ramajes, nos conduce a una antigua fuente que aún pervive oculta entre piedras, hierbas y berros. Como otras veces que estuvimos en este lugar, mi madre me relata la historia de un asesinato pasional que se produjo en torno a la fuente siendo ella solamente una niña. Dejamos Mercedes, algo melancólicos, e iniciamos con tranquilidad la bajada.
Sobre las casonas del Calero, las golondrinas describen incesantes curvas. Algunas bajan hasta el arroyo para rozar con sus picos el reflejo de las aguas. Volvemos a detenernos. En este caso, ante el plantel de lo que fue la casa familiar de los abuelos Marcela y Felipe. Hoy el sitio está irreconocible, una islita de restos cubierta de ortigas y de espinos entre foscas espesuras. Ante nuestra presencia intrusa, conmoviendo y alborotando la tarde, disparada rumbo a los cielos saliendo de los setos, vuela una estruendosa bandada de pájaros. El tiempo empapa de silencio los manzanos y perales que aún crecen descuidados entre derruidos cercos de granito a unos metros de lo que fue la entrada de la casa. Más allá, tras la mina, se extiende el bosque impenetrable. De entre el espejismo que el sol al irradiar inventa, destacan las luminosas piedras de lo que fue muro, las zarzas, los abrojos, yerbas y cardos, los maillos con sus frutos agrios, todo eso que sobresaliendo del olvido revelan familiares recuerdos. Descendiendo camino, dejamos el Arroyo el Mazo y más abajo el Barrio de Helechar, monolitos de un tiempo minero vencidos por el abandono, la ausencia y el silencio.
Planea por los cielos el milano. A ratos revolotean grajos y otras aves difíciles de distinguir. Una luz de azufre zigzagueante de tenue fulgor amarillo, como hilo casi inapreciable escapa hacia las cimas. Es el atardecer en los espesos montes palentinos envolviendo de sombras, tras el recodo andado, un collado diminuto y desolado por donde ni los animales pastan. Sentada sobre unas piedras en un rincón de fresca y fragosa verdura, una niña ya anciana siente que prevalecen como espejismos imborrables los años, la casuca nunca olvidada donde nació, el hábitat febril y jubiloso de los juegos, la impenetrable espesura, la bajada al colegio de las monjas a Barruelo, la desoladora Guerra Civil y el peregrinaje al exilio, la vuelta al cabo, el amor nacido a gritos por los senderos lúdicos de El Calero, y siente cómo aún huye de sí en ese mismo instante reflejado en los ensombrecidos ojos del cansado corazón y del recuerdo, la misma vida.
EL AUTOR
Nací en Barruelo de Santullán, provincia de Palencia, España. La atmósfera norteña, los colores del campo y de la sierra, la naturaleza siempre esplendorosa de los contornos cántabros, unido al ambiente rudamente minero, vidas marcadas entre la esperanza y la angustia, hicieron brotar en mí la sensibilidad que muy temprano me llevaría a la poesía y a la pintura como forma de expresión y sentimiento. Más tarde llegaría la posibilidad de que alguno de esos poemas fueran editados en revistas y en algunos libros de antología poética, siendo "Luces y Sombras" un libro de recopilación que ahora presento a través de Bubok.
The Oregon Garden se encuentra a las afueras de Silverton, Oregon, en el Willamette Valley.
José Carlos
Ingeniero de software
Las más de 30 hectáreas forman uno de los jardines botánicos más importantes del estado de Oregón.
Inaugurado en 1999, alberga más de una veintena de diferentes tipos de jardines. Curiosamente abre los 365 días del año y en el se celebran tanto eventos públicos como privados.
Dentro del complejo también encontramos en Oregon Garden Resort y la Gordon House, la única casa del arquitecto, diseñador y escritor americano Frank Lloyd Wright en Oregon.
Jardines temáticos
Dentro de los más de veinte jardines temáticos, esos son los más importantes.
A-mazing Water Garden.
Diseñadora del jardín: Carol Mayer-Reed. Arte que encontramos en el jardín: Heron, Tom Hardy 1970. Donado por Margueritte Drake.
Este galardonado maravilloso Jardín de Agua contiene un jardín acuático circular con un puente, cascadas y caminos que se entrecruzan. Este ecosistema combina la vida silvestre y el reciclaje de aguas residuales tratadas con la creación de un refugio botánico, lo cual es realmente único, y nos sirve para comprobar que los jardines públicos pueden servir para multiples propósitos.
Axis Garden
Diseñador del jardín: Cascade Landscape.
Situado junto al Jardín de Coníferas y arriba del Bosque. Diseñado pare ser un patrón de césped y plantas ornamentales, encontrando exhibiciones de colores estacionales. Se puede considerar como la parte central del Oregon Garden que conduce hasta el Oregon Garden Resort. El mejor lugar para disfrutar de una maravillosa vista es la Fuente Axis, situada en una elevación a la mitad del jardín.
Bosque
El Bosque es una gran plaza con cuatro estanques reflectantes de ladrillos con 40 maceteros, cada uno con un Pacific Sunset Maple. El reflejo de los arces sobre las superficie de los estanques es uno de sus principales atractivos, siendo en otoño cuando el cambio de las hojas a tonos amarillos, naranja y rojo presenta una visa imprescindible. Lugar privilegiado para la celebración de eventos privados como bodas o recepciones.
Preciosos reflejos
Children's Garden
El Jardín de los Niños es el lugar ideal para que disfruten los más pequeños. Aquí pueden encontrar huesos de dinosaurio en la llamada "Excavación de dinosaurios", una jungla con una casa del árbol, o siente parte del Señor de los Anillos en la Comarca con la casa Hobbit.
Conifer Garden
El Jardín de Coníferas cuenta con una de las colecciones de coníferas enanas y en miniatura más grandes en los Estados Unidos, siendo algunos de ellos únicos y recogidos por todas partes del mundo. Además podemos encontrar una variedad de arces japoneses, dafnes, brezos y brezales.
Home Demonstration Garden
El Jardín de Demostración contiene una serie de pequeños jardines cuyo propósito es inspirarnos con ideas que podemos crear en nuestra propia casa. Cada jardín está patrocinado, diseñado y mantenido por un vivero o empresa de paisajismo diferente, y cada uno muestra una variedad de colores y diseños, incluyendo hasta jardines acuáticos. Algunas de las organizaciones participantes en ese jardín son: Al's Garden Centers, Garland Nursery, One Green World o Marion County Home Composting Demonstration Center.
Honor Garden
Diseñadora del jardín: Julia Lundy.
El Jardín de Honor esta dedicado a los 165 donantes sin los cuales este jardín no existiría hoy en día. Especial reconocimiento para Art Anderson, primer presindente de la Junta de Oregon Garden(1994-98) y Clayton Hannon, primer director ejecutivo (1994-97), los cuales lideraron el esfuero para la creación de este complejo. Todas las personas, fundaciones, viveros, corporaciones, organizaciones y agencias gubernamentales que han contribuido a la creación o mantenimiento se muestran en ocho tótems de cedro.
Lewis and Clark Garden
Diseñador@s del jardín: Amy Whitworth, Kathryn Leech y Mike Faha.
El Jardín de Lewis y Clark es un museo viviente de los hallazgos botánicos que Meriwether Lewis y Willian Clark documentaron en el viaje se su Corps of Discovery hace más de 200 años. Situado en la parte sur cerca del Oak Grove y el Redcovery Forest, inclue placas y etiquetas educativas para identificar las diferentes especies que ese exhiben y su importancia para las tribus nativas del Noroeste.
Medicinal Garden
En el Jardín Medicinal encontramos una variedad de especies de plantas medicinales que se suelen cultivar en esa zona de Oregon. Cada una de las plantas tiene, o se creía que tenía, propiedades medicinales si se preparaba adecuadamente.
Northwest Garden
Diseñador@s del jardín: Mert Hauch y Andy Rice.
El Jardín del Noroeste exhibe plantas y árboles que podemos encontrar en la region noroccidental de la costa pacífica. Entre los sinuosos senderos rodeados de exuberantes jardines destaca una gran pérgola cubierta de enredaderas y una área creada en colaboración con el vivero de Monrovia. Fue uno de los primeros jardines terminados del complejo.
Pet-Friendly Garden
Diseñador del jardín: Al Shay.
Es sabido que el complejo permite la entrada de mascotas, y este Jardín de las Mascotas es un homenaje a estas. Aquí encontramos que plantas son inofensivas o tóxicas para las mascotas.
Rediscovery Forest
Diseñador@s del jardín: Ron Thompson, Mike Wellman y The silverton Market Garden.
A la sombra de los abetos de Douglas y el canto de los pájaros, el Bosque del Redescubrimiento es un respiro de tranquilidad. Este bosque es mantenido por el Instituto de Recursos Forestales de Oregón (OFRI son sus siglas en inglés), y sirve para educarnos sobre la reforestación de los bosques, el mantenimiento forestal y el cuidado de la madera en nuestros bosques.
Silverton Garden Market
En el Jardín del Mercado de Silverton podemos encontrar muchos de los productos agrícolas que crecen en el Willamette Valley en donde se encuentras este complejo. Un riachulo recorre el jardín terminando en una pequeña cascada que simboliza las cercanas y conocidas Silver Falls.
Train Garden
El Jardín del Tren contiene una reproducción 1-a-20 del tamaño del un tren del Pacífico Sur de principios de 1970 que recorría Silverton y otras localidades del Willamette Valley. Los cerca de cuarenta metros de vía recorren montañas y valles, atravesando ríos como su hermano mayor hacía el siglo pasado. Situado cerca del Jardín de los Niños es el perfecto añadido para el divertimento de estos.
Tropical House
La Casa Tropical exhibe plantas de climas más tropicales y húmedos como hibiscos, mandavillas, orquídeas y plátanos entre otras. El area se encuentra en una Pabellón el cual permite mantener una características de humedad y temperatura necesarias para este tipo de plantas.
Wetlands
Los Humedales es un innovador y pionero programa en asociación con la ciudad de Silverton en el que las aguas residuales tratadas del área se utilizan para crear un hábitat de humedales para una variedad de vida silvestre y plantas. El agua viaja a una velocidad de más de 1000 litros por minuto en la temporada alta de lluvias a través de una serie de estanques en terrazas con cascadas hasta un tanque de retención donde luego fluye hacia el sistema de riego. Un método único para el uso del agua tratada.
Bee Apiary
Los jardines disponen de su propia Colmena de Abejas. Las abejas son los polinizadores por naturaleza y son un papel vital en la conservación de nuestro medio ambiente. Según datos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, una variedad de abejas es responsable de la polinización de cerca del 75 por ciento de las frutas, nueces y vegetales que se cultivan en Estados Unidos.
Cuaderno de anotaciones
Dirección. 879 West Main Street, Silverton, Oregon 97381
Teléfono. 1-503-874-4294
Horario. Lunes a Domingo de 10:00am a 4:00pm los 365 días del año.
Precio. Adultos: $12 dólares. Mayores de 60 años: $10 dólares. Estudiantes de 12 a 17 años: $9 dólares. Niños de 5 a 11 años: $6 dólares. Niños menores de 4 años: gratis. Miembros de jardín: gratis.
Me considero un viajero, un viajero a través de mi tiempo. Disfruto conociendo lugares, gente, costumbres, siempre he creído que para poder crecer hay que aprender de los demás, no solo de los que tienes más cerca, si no de los que tienen una cultura y una forma de vivir completamente distinta. Además me considero un nerd tecnológico, ingeniero de software desde hace más de veinte años, loco por la tecnología y disfrutando desarrollar nuevos programas, son mis pequeñas obras de arte. Y qué más, pues adoro a mi mujer, me encanta la fotografía, el hiking y la cocina. Disfruto de un buen libro, una película tranquilamente en casa o una loca noche de baile en Saturday Night.
Se acercó a la ventana, descorrió las cortinas, conectó el reproductor de música y, al son de Schubert y su novena sinfonía, fue a despertar a Elisa. Despacio, muy despacio.
Marta Navarro Calleja
Licenciada en Derecho y Ciencias Políticas
El día de su ochenta cumpleaños Fernando despertó temprano. Una punzada de inquietud latía entre sus sienes y una inoportuna desazón aguijoneaba su ánimo. A su lado, Elisa se removió intranquila. «Duerme, mi vida, duerme -le acarició la frente con dulzura- es pronto todavía». Harto de dar vueltas en la cama, puso al fin un pie sobre la alfombra, luego el otro, se calzó las zapatillas y, con paso vacilante, acomodó sus viejos huesos sobre el sillón de cuero junto al balcón del dormitorio.
Las voces de un borracho sacudieron el silencio de la calle. Un estornino revoloteó tras el cristal. Entre las nubes el alba despuntaba.
Aquel había sido siempre el balcón de Elisa, su escondite favorito. Las tardes de verano, abiertas las puertas de par en par, arrimaba la butaca al rodapié y dejaba pasar las horas con un libro o la cesta de costura en las rodillas. En invierno, enfundada en su grueso chal de lana, se acodaba sobre la barandilla de forja para verlo regresar por la vereda del parque, a la vuelta del trabajo. Le gustaba escuchar el alboroto de los niños, aspirar el perfume de los árboles, sentirse parte de la vida de la calle. ¡Qué bien se estaba allí!, ¡qué paz!, ¡qué suerte!, suspiraba siempre cuando él la sorprendía ensimismada y su presencia la sacaba del hechizo.
El recuerdo estampó una sonrisa en el rostro de Fernando e inundó sus ojos de llanto. La emoción lo asaltaba de improviso. No lograba controlarla y lo golpeaba en cualquier momento, a traición, como un boomerang. «¡Serás bobo!», musitó mientras se secaba las lágrimas de un manotazo y se levantaba dispuesto a asearse y preparar café.
Regresó poco después empujando un pequeño carro camarera con el desayuno. El temblor creciente de sus manos no le permitía ya transportar una bandeja sin percance y aquel carrito que encontró arrumbado en un rincón de la despensa le resolvió el problema.
Se acercó a la ventana, descorrió las cortinas, conectó el reproductor de música y, al son de Schubert y su novena sinfonía, fue a despertar a Elisa. Despacio, muy despacio.
Las mañanas eran malas, amanecía desorientada, él era para ella un extraño y, a veces, gritaba de espanto. La música la calmaba. Fernando había ido aprendiendo poco a poco los trucos para traerla de vuelta y apenas descubría un destello de reconocimiento al fondo de sus ojos cansados, sonreía feliz -«buenos días, amor»-, hundía una tostada en el café y se la hacía tragar con paciencia de monje tibetano.
Los primeros signos de la enfermedad habían comenzado años atrás: pequeños despistes, palabras perdidas, momentáneas ausencias. Nada preocupante en apariencia pero ella lo adivinó enseguida. Algo andaba mal en su cabeza, algo que se esforzó por combatir sin miedo y la obligó a vivir con un raro sentimiento de urgencia, a proteger momentos, a ocultar el desconsuelo. Fue entonces cuando inició el diario que Fernando leía y releía ahora en sus noches de insomnio. Frágil bitácora de un tiempo que no logró derrotar al olvido. El mal de Alzhéimer se había apoderado ya por completo de su cuerpo y de su espíritu. La había devorado con ferocidad de alimaña. Y sin embargo...
Sin embargo, algunas veces el milagro ocurría y un relámpago imprevisto la rescataba del lugar donde se hallaba perdida. Fernando vivía para aquellas victorias, las atesoraba con avaricia de usurero y las anotaba en el diario donde él -esforzado guardián de la memoria- había continuado fielmente el relato de sus vidas, de su desencanto pero también de su alegría.
El timbre de la puerta lo sacó de su abstracción con un respingo. Angélica, la enfermera de Elisa, llegaba puntual. Mientras ella la vestía y la obligaba a moverse practicando su rutina de ejercicios, él bajaría a comprar unos pasteles y una botellita de champán, le dijo con un guiño pícaro, casi infantil. «Hoy es mi cumpleaños y un día es un día». Por la tarde los tomarían de merienda, sentaría a Elisa en su balcón y, al enlazar sus dedos a los suyos, una súplica muda anudaría su garganta: «regresa, mi amor, regresa; quédate conmigo».
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La autora
Marta Navarro Calleja Licenciada en Derecho y Ciencias Políticas.
Ganadora del segundo premio en la I Edición del Certamen de Relatos Beatriu Civera convocado en 2017 por la Concejalía de Igualdad del Ayuntamiento de Valencia. Finalista ese mismo año en el II Premio Nacional Narrativa Breve Villa de Madrid y en el VIII Certamen Literario Canyada D'Art. Antologada en publicaciones de varios autores por Visibiliz-ARTE ("Mujeres en el arte", "Mujeres pintoras" y "Mujer y trabajo"), Vinatea Editorial ("101 crímenes de Valencia"), Ojos Verdes Ediciones ("Miedo en tus ojos" y "Cartas quemadas"), Donbuk Editorial ("Predestinados", "La luz me hace daño" y "El Pedrusco y otros relatos"), Ediciones Libro Feroz ("Cien instantes en un santiamén" y "Cien palabras para mamá"), Editorial Pasos ("Stop Violencia de Género") y por las comunidades literarias Valencia Escribe ("Relatos con Banda Sonora", "Los Cuentos de las Estaciones", "A punta de relato" y "Cada vez más iguales"), Relatos Compulsivos ("66 relatos compulsivos"), El Tintero de Oro ("Ahora que nadie nos oye", "Tinta, papel y...¡acción!", "Relatos asombrosamente asombrosos" y "Anoche soñé que..."), Literautas ("Móntame una escena" y "Pardos y Castaños") y Esta Noche Te Cuento ("Aletreos" y "Claroscuros"). Varios relatos publicados asimismo en revistas digitales tales como El Narratorio, Papenfuss, Valencia Escribe, El Tintero de Oro o El Callejón de las Once Esquinas. Autora del blog
En 1983, Potes fue declarado Conjunto Histórico Artístico.
El Camino Vadiniense o Ruta Jacobea por Liébana enlaza el Camino de peregrinación del Norte con el Camino de Santiago Francés a través de los Picos de Europa.
POTES Y SU ENCANTO DE LEYENDA
Potes es la capital de Liébana, una comarca de cuento ubicada en el suroeste de Cantabria, y protegida por varios macizos montañosos: las sierras de Peña Sagra y Peña Labra junto al macizo oriental de los Picos de Europa. El manto de las montañas le otorga un microclima más cálido y seco, distinto del resto de Cantabria.
Aquí estamos sobre el «Puente nuevo», con vistas al conocido como el «Puente de la Cárcel» al fondo. Están ubicados sobre el rio Quiviesa junto a la Torre del Infantado.
Al fondo, el Puente medieval de San Cayetano, que une a la altura de la Ermita de San Cayetano los barrios de Fuente la Riega y el Tullo con el Barrio del Sol, el mas antiguo de esta villa de Potes.
En 1983, Potes fue declarado Conjunto Histórico Artístico, siendo una de las dos únicas localidades de Liébana que ostentan esta distinción, junto con Mogrovejo.
Potes posee un muy importante patrimonio arquitectónico religioso y civil, pero debemos destacar también sus tradiciones, como el Jubileo en las rutas de peregrinación hacia el monasterio de Santo Toribio de Liébana. En 1512 el papa Julio II le asignó el privilegio de poder celebrar el Año Jubilar Lebaniego, lo que convierte al monasterio en un importante núcleo de peregrinación.
Mapa de la Ruta o camino Vadiniense. En su tramo inicial coincide con el Camino Lebaniego, ruta secular (que se repite cada siglo o durante siglos) de peregrinación al Monasterio de Santo Toribio de Liébana. Este se ubica en el municipio de Camaleño (Cantabria)
El Camino Vadiniense o Ruta Jacobea por Liébana enlaza el Camino de peregrinación del Norte con el Camino de Santiago Francés a través de los Picos de Europa. El itinerario secular de peregrinación al Monasterio de Santo Toribio nos conduce al lugar donde se cobija el Lignum Crucis, el mayor trozo de la cruz de Jesucristo que se conserva en la actualidad. El recorrido es una prueba de fuerza de voluntad pero es reconfortante caminar acompañado por un paisaje de indescriptible belleza.
MONASTERIO DE SANTO TORIBIO
El acceso desde Potes al Monasterio de Santo Toribio de Liébana tanto en coche como caminando se puede realizar por la carretera CA-185. Deberás salir de Potes en dirección a Camaleño y Fuente Dé; enseguida verás a mano izquierda el desvío que va subiendo por la ladera Norte del monte de la Viorna. Sobre dicha ladera se alza la bella estampa del monasterio. Son unos 3 kilómetros, que se recorren andando durante unos 45 minutos (algunos tramos tienen bastante desnivel de subida). Para ello utilizamos una estupenda senda peatonal que describen muy bien en el siguiente video:
ESTATUA DEL PEREGRINO
Este monumento es una estatua construida en bronce representando a un peregrino que lleva en su pecho la cruz de los «cruceros», aquellos caminantes que parten desde distintas cabeceras de ruta hacia Santo Toribio. También vemos en la estatua la concha de los «concheros» que son los que se dirigen a Santiago de Compostela, consiguiendo aunar de este modo la iconografía que describe a ambos tipos de peregrinos.
Monumento al peregrino. Es una escultura en bronce representando un peregrino a tamaño natural. Fue esculpida en el año 2000 por la escultora Mercedes Rodríguez Elvira (Santander, 1950). Se encuentra en el cruce de la carretera que va de Santo Toribio de Liébana a Potes, con la que conduce a Fuente Dé
El Peregrino, de Mercedes Rodríguez
La estatua de El Peregrino fue realizada por la escultora Mercedes Rodriguez Elvira, nacida en Torrelavega (Cantabria). La artista expone desde el año 1972 sus obras en colecciones particulares de España, Alemania, Francia y EEUU.
ESTATUA EN HOMENAJE AL MÉDICO RURAL
Este monumento se encuentra en la misma entrada al centro de la Villa de Potes, donde comienza la carretera que va hacia Fuente De, frente al recinto Ferial y junto a la conocida como plaza de La Serna. La escultura fue costeada por el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Cantabria y construida en el año 1986.
UNA FIGURA ENTRAÑABLE: EL MÉDICO RURAL
Esta imagen representa al médico rural que subido en el lomo de su caballo y a lo largo de décadas transitó por la comarca de Liébana desafiando la hostilidad del clima y sorteando, con encomiable esfuerzo, la accidentada orografía de estos lares para prestar auxilio a sus habitantes.
La imagen recrea la estampa de un hombre a caballo, azotado por el viento, sujetándose con una mano el sombrero sobre la cabeza, acudiendo a alguna urgencia, a pesar de las inclemencias de la meteorológicas. Es la imagen del médico que se esfuerza por atender a los enfermos.
En aquel tiempo, los médicos rurales mantenían un trato cercano con sus pacientes ganándose su total confianza. Algunos hijos de estos médicos heredaban los pacientes, en lo que podemos considerar como una sucesión natural.
El médico y el sacerdote
El médico y el sacerdote eran solicitados por igual. El primero para intentar sanar y el segundo para administrar los últimos Sacramentos. Estas fueron las dos personas más apreciadas por los lugareños sin duda.
Ambos transitaban por caminos de cabras a lomos de una mula o de un caballo, el médico para intentar sanar y el cura para administrar palabras de consuelo en los casos terminales. En casos graves el paciente era trasladado al hospital más próximo de San Raimundo, entre otros.
Este puente es conocido como el Puente de la Cárcel. Está ubicado sobre el rio Quiviesa junto a la Torre del Infantado y hace siglos era la vivienda del alguacil de la cárcel, pues su Torre fue prisión durante más de 350 años.
Según la tradición popular, esa Torre tuvo que ser reconstruida en el año 1595 pues para aliviarse del frío invernal, los presos habían quemado su madera para hacer fuego.
El río Quiviesa nace en la vertiente norte de Peña Prieta y desemboca en el río Deva a la altura de Potes, localidad a la que divide en dos. Vistas del Puente Nuevo desde el Puente de la cárcel.
El encanto de las casas de Potes es algo fuera de lo común. Hay que recordar que la villa de Potes fue declarada Conjunto Histórico Artístico en 1983.
En estos edificios, la planta baja hacía las veces de cuadra principalmente, y la superior era destinada a vivienda, donde se hallaban los dormitorios. La pieza básica que orquestaba la vida familiar era la cocina. Allí solían instalar el horno de pan para proveer de dicho alimento a toda la familia. Las vigas, entramados y pilares, además de la cubierta, son de madera.
Potes o Pontes, como fue bautizada por los romanos, debe su nombre a los distintos puentes atravesados por los tres ríos que confluyen en la villa: Bullón, Quiviesa y Deva
UN LIBRO
En el curioso libro: Los antiguos hospitales de Cantabria se describen antiguos centros sanitarios adonde acudían enfermos graves. Ejemplos de dichas instituciones sanitarias son la de San Rafael Arcángel, en Santander (actual Parlamento); el Asilo-Hospital de Torrelavega; el Lazareto de Pedrosa; el Hospital de La Caridad y el Hospital de San Francisco, en Reinosa. También estaba en aquella época el Hospital de Nuestra Señora del Carmen, en Comillas o el Hospital de San Ambrosio de Quijano, en Piélagos.
El autor del monumento al médico rural fue Ramón Ruiz Lloreda, un polifacético personaje que además de médico, fue escritor, pintor y escultor.
Además existen entre las obras de este escultor, estas otras: “Los Osos” en la calle General Dávila de Santander, “La Sardinera” en la entrada del túnel de Tetuán, también en Santander, el “Monumento a la Marina Mercante” o “El homenaje a Félix Rodríguez de la Fuente” en el recinto del Palacio de la Magdalena. Todas ellas localizadas en Santander.
UN PASADO MEDIEVAL
El edificio más simbólico de la villa de Potes y que refleja su origen medieval es la Torre del Infantado, anteriormente conocida como la Casa del Marqués de Santillana. Cuando se construyó la Torre del Infantado, Potes estaba bajo el control del Señor de Liébana, Don Tello de Castilla, hermano del rey Enrique II e hijo de Alfonso XI, de quien recibió los realengos de las merindades de Liébana y de Aguilar. Don Tello era hijo legítimo de Alfonso XI y hermano del rey Enrique II de Castilla (este era hijo bastardo del rey Alfonso XI de Castilla).
El Palacio del Infantado es una casa-torre del siglo XV de planta cuadrada, dotada con cuatro torres angulares terminadas en almenas. Está situado en el encantador centro histórico de la villa de Potes.
La Torre del Infantado acoge la exposición “El cosmos del Beato de Liébana. Aquí comienza todo”, considerada la mejor exposición de códices miniados beatos del mundo.
A partir del siglo XVI, y superados los enfrentamientos por la posesión del señorío, el palacio fue casa solar de Íñigo López de Mendoza, Marqués de Santillana, y de sus descendientes. Después pasó a manos de los Duques de Osuna, quienes la vendieron a un particular en 1868. Finalmente fue adquirida por el Ayuntamiento de Potes.
Actualmente acoge la exposición “El cosmos del Beato de Liébana. Aquí comienza todo”, considerada la mejor exposición de beatos del mundo. Recordemos que se llaman «Beatos» a las copias de aquel manuscrito ricamente ilustrado que el Beato de Liébana escribió sobre los «Comentarios al Apocalipsis de San Juan«. Las sucesivas copias se fueron realizando en numerosos «scriptoria» (la habitación de los monasterios de la Europa medieval dedicada a la copia de manuscritos por los escribas ) de monasterios de la Península (León, Zamora, Palencia, Burgos, La Rioja) y Europa, entre los siglos IX y XIII.
GUÍA GASTRONÓMICA
Para reponernos del desgaste del camino, nada mejor que el conocido como Cocido Lebaniego. Es un guiso a base de los pequeños garbanzos de Potes, las patatas y el repollo o la berza. Como acompañamiento imprescindible lleva chorizo, morcilla, tocino, hueso de jamón y carne de ternera (cecina, hueso de rodilla y zancarrón, que es la pantorrilla de la ternera). Además está el relleno, que consiste en una masa hecha de miga de pan, huevo, chorizo y perejil.
Algunos dicen que es muy similar al cocido madrileño. Pero bueno, en cada sitio tienen lo suyo.
Se ha de catar primero la sopa y después los garbanzos con la verdura y la carne.
La ternera guisada con setas es otro manjar propio del valle de Liébana. La carne es de ganadería propia con denominación “Picos de Europa” y cuenta con certificados de calidad.
Aquí incluyo algunos restaurantes de Potes.
El Asador Llorente está situado en la calle San Roque, en el interior de una casona solariega que ha sido reconstruida interiormente mediante piedra y madera. La carta de asados, como la de vinos, es espectacular. Hay excelentes vinos de Liébana, como el Vindio, el Picos Roble o el Lussía. Bar del asador, una digna recompensa tras las rutas de senderismo por los Picos de Europa.
Comedor abuhardillado del asador Llorente
Y esto es todo por el momento, amigos. En mi página encontrarán más detalles sobre la gastronomía de una villa deliciosamente bella, bañada por la riqueza propia de los Picos de Europa y por la historia del camino santo de Liébana.
Llevo algunos años dedicándome a retratar España aprovechando mis viajes por estas tierras de magia y belleza sin límites. Cada vez que salgo a contemplar la naturaleza o admirar la historia de nuestras ciudades y pueblos intento que no se mes escapen de la memoria esos paisajes cargados de vida o esos rincones de nuestro patrimonio cultural que acumulan tanta riqueza. Caminando entre picos montañosos o praderas inmensas compruebas que la naturaleza no pone fronteras al descubrimiento. Una y otra vez te sorprende lo que aparece ante tus ojos. Por eso pretendo entretener a quien quiera visitar mi blog con descripciones de viajes, mapas, gastronomía e historia de todos esos lugares. Pero además añado artículos de opinión relacionados con el cine, la cultura y el ocio. Intento informar sobre todo aquello que pueda resultar útil a cualquiera que piense en qué va a hacer ese día para ocupar su tiempo libre. Os animo al descubrimiento, os invito a entrar en marcosplanet y disfrutar.