Las miradas de José Luis Onecha
LAS MIRADAS DE JOSÉ LUIS ONECHA
De cómo un cuento cayó en mis manos cuando era niño, y dejó en mi interior una profunda huella
José Luis Onecha
Inauguración de la exposición de José Luis Onecha en el Centro Cultural Provincial | Foto Alejandro Pérez García |
Hasta el 26 de noviembre se puede ver en el Centro Cultural Provincial, en la Plaza de los Juzgados, una de las exposiciones que van a hacer época en Palencia. Hablamos de un pintor en constante aprendizaje y evolución, muy apreciado y valorado por los palentinos y por gentes de otras tierras, el eldanense José Luis Onecha, que fue becado por la Diputación de Palencia entre 1983 y 1984; segundo en la Beca de Roma, creada por el Ministerio Español de Asuntos Exteriores, ha expuesto más de cincuenta veces en diferentes ciudades españolas. He tenido el placer de seguir la evolución de la pintura de Onecha a través de sus diferentes exposiciones en la capital palentina, un ciclo de muchos años que culmina con la inauguración de esta exposición. Mi placer ha sido aún mayor por haber aprendido tanto, en tan poco tiempo, de un maestro que hace suyo uno de los cuentos orientales de la escritora francesa Marguerite Yourcenar. Conocer a José Luis es descubrir los Cuentos Orientales de la escritora francesa, que dejó en el de Dueñas una profunda huella.
CUENTOS ORIENTALES
“El anciano pintor Wang-Fo y su discípulo Ling erraban a lo largo desde los caminos del reino de Han. Avanzaban lentamente ya que Wang-Fo se detenía en la noche para contemplar los astros y en el día para mirar a las libélulas. Iban poco cargados porque Wang-Fo prefería la imagen de las cosas a las propias cosas. Ningún objeto en el mundo le parecía digno de ser adquirido con excepción de pinceles, tarros de laca y tintas de china, rollos de seda y papel de arroz. Eran pobres porque Wang-Fo cambiaba sus pinturas por una ración de puré de mijo y despreciaba las piezas de plata. Su discípulo Ling, inclinado bajo el peso de una bolsa llena de apuntes, doblaba respetuosamente la espalda como si llevara la bóveda celeste, pues para él ese saco contenía montañas cubiertas de nieve, ríos en primavera y el rostro de la luna de verano”.
José Luis Onecha presenta su obra ante la atenta mirada de Carolina Valbuena, Diputada de Cultura. | Foto Alejandro Pérez García |
Tomar un café con José Luis es tan entretenido que puedes ver cómo se evade la tarde en un bar, deprisa, muy deprisa, conversaciones artísticas, afinidades y pensamientos semejantes para mi sorpresa, conversaciones familiares de acercamiento, sin mirar el reloj y, cuando te das cuenta, nos dieron las dieciocho, y las diecinueve, y llegó la noche.
Para entender la personalidad y la obra de José Luis Onecha hay que leerse y desmenuzar cada frase del cartel que da comienzo a la exposición, que el pintor de Dueñas resalta en tono rojo como parada obligatoria antes de iniciar el recorrido por cada una de sus obras. Si así lo hacemos seremos capaces de disfrutar aún más de la genialidad de este gran pintor.
Sería conveniente leer el cuento que leyó Onecha, pero he tenido que leer con calma y tiempo debido ese fragmento del libro que José Luis tiñe de rojo y destaca en el comienzo de la exposición como si fuera una obra propia, no había reparado en ello hasta que me lo advirtió el propio autor.
Desde que Onecha leyó ese cuento de la intelectual francesa, viaja cada día mentalmente con el anciano pintor Wang-Fo y su discípulo.
Para entender la personalidad y la obra de José Luis Onecha hay que leerse y desmenuzar cada frase del cartel que da comienzo a la exposición, que el pintor de Dueñas resalta en tono rojo como parada obligatoria antes de iniciar el recorrido por cada una de sus obras. Si así lo hacemos seremos capaces de disfrutar aún más de la genialidad de este gran pintor.
Cartela en la que José Luis Onecha presenta el fragmento del cuento que le dejó desde niño una profunda huella. Foto A. Santamaría. |
Desde que Onecha leyó ese cuento de la intelectual francesa, viaja cada día mentalmente con el anciano pintor Wang-Fo y su discípulo.
🌠 Inauguración de la exposición. –
Asistí a la inauguración de esta exposición en el Centro Cultural Provincial, todo fueron satisfacciones en los momentos previos de mi encuentro y saludo a mis amigos los escultores Carlos Mediavilla y Alfredo García Andrés, al fotógrafo Tino González, al presidente de la Fundación Diaz Caneja, al pintor y presidente de Thieldón, Chema Manzano, al pintor José Luis Quirce, las pintoras Patricia Paz y Charo Guerra, y el fotografo Alejandro Pérez García.
Onecha ante el cuadro de sus padres cuando eran novios. | Foto Alejandro Pérez García |
Al escuchar a Onecha explicar su obra expuesta me concentro en los cuadros. Me cuesta separar la mirada, porque cada cuadro hechiza, te aísla por todos los grandiosos artificios y magisterio que emplea el autor, dominador absoluto de la luz como Monet, o los impresionistas. Capta la luz cambiante que utiliza a distintas horas y en distintas épocas del año, pongamos el ejemplo de las Puentecillas. Gusta el de Dueñas de repetir obras, pero a distintas horas, busca la impresión y la magia de la luz que puede cambiar, o no, un objeto. Me cuenta que se encierra en su estudio, no siempre encuentra inspiración, a veces tiene que dar marcha atrás y empezar de nuevo.
Monet trabajó muchos cuadros con el mismo motivo a distintas horas, tal como lo hace José Luis con sus obras de Puentecillas, o del Canal de Castilla. Ambos temas son debilidades de Onecha, y por eso los pinta mucho y en horarios diferentes. Onecha emplea la pincelada suelta, ya utilizada por Velázquez en “las Meninas”, por ejemplo. Te acercas a las Meninas y encuentras pinceladas sueltas, que si te alejas surge el milagro.
El cuadro de Puentecillas es impresionante, porque juega con colores primarios (azul, rojo… y el naranja, produciendo un efecto de mucho contraste y viveza, propio de las primeras horas de la mañana cuando el sol incide con sus rayos sobre el agua, y parece que ilumina hasta los arcos del puente y el paraje en su conjunto en un claro y profundo estudio de un lugar por el que Onecha siente admiración, respeto y sensibilidad que se manifiesta cuando acaba el lienzo.
Puentecillas una mañana de otoño. | Foto A. Santamaría |
Qué suerte poder visitar la exposición guiado por el autor, José Luis Onecha, que me cuenta su pasión por Puentecillas, puente medieval de origen romano, referente de la capital palentina. Onecha disfruta de todo el entorno del puente, molino y Sotillo de los Canónigos, a los que considera uno de los parajes más bellos que se pueden disfrutar en Palencia. Confiesa que se ha pasado horas con su mirada fija en este lugar mágico y evocador que parece una postal. Onecha presenta en esta ocasión dos lienzos de este peculiar monumento tan apreciado por los palentinos.
"La zona de Puentecillas es la más hermosa de Palencia, es de una belleza y de una evocación… es francamente emocionante y me causa admiración”.
“Mi pintura, aunque aparentemente suelta y de grandes manchones, es una pintura muy elaborada y de muchas sesiones”.
“El segundo Puentecillas es una luz de los atardeceres de noviembre (como anteriormente se refirió el pintor cuando hablaba de la belleza de los atardeceres otoñales), que evocan la entrada del invierno con sonidos y silencios, soledades, añoranzas...”
“En la pintura de un monumento de este tipo se basa uno en la fotografía, si lo hiciéramos en ese lugar no podríamos poner tiempo a la obra, un cuadro de estas dimensiones pintado al aire libre sería costosísimo, es una pintura impresionista que recoge la luz de la mañana en otoño, si la pintáramos en directo tendríamos que hacer muchas sesiones, y pintar poco a poco durante muchos días por el cambio constante de la luz. La historia de mi pintura es pintar la luz del momento”. “La zona de Puentecillas es la más hermosa de Palencia, es de una belleza y de una evocación insuperable, es francamente emocionante y me causa admiración”.
“Mi pintura, aunque aparentemente suelta y de grandes manchones, es una pintura muy elaborada y de muchas sesiones. El segundo Puentecillas es una luz de los atardeceres de noviembre (como anteriormente se refirió el pintor cuando hablaba de la belleza de los atardeceres otoñales), que evocan la entrada del invierno con sonidos y silencios, soledades, añoranzas...”
Las dos Puentecillas y el fotógrafo Alejando García preparando la cámara. | Foto A. Santamaría. |
En el segundo Puentecillas podemos ver los atardeceres mágicos del puente que evoca las entradas de los inviernos y la soledad. Onecha siente emoción por el monumento (está enamorado de este paraje), y se identifica tanto que lo ha pintado no menos de treinta veces, hay cuadros diferentes de este tema en Estados Unidos, Colombia y Europa. Pinta Onecha Puentecillas a grandes manchones, que aprecias a medida que te acercas, pero si te alejas ves a un monumento vivo y descubres la inmensa calidad de la obra.
“Te alejas y comienzas a vivir el cuadro. Esta pintura mía que se basa en manchones es menos comercial que la de un pintor hiperrealista que es más minuciosa”.
“El cuadro se va haciendo con toda la luz, pero es una pintura para observar de lejos, si observas a la gente que visita la exposición se acerca demasiado para ver mis obras, no entienden que tienen que alejarse para observar la inmensidad de la pintura, de lo contrario solo verá manchones de pintura en bruto”.
Onecha y Santamaría. | Foto Alejandro Pérez García |
Elena Gutiérrez, técnico del Servicio de Cultura de la Diputación, contempla el cuadro de “La Vieja”. En primer plano la pintora Patricia Paz. | Foto: A. Santamaria |
Frente a Puentecillas se encuentra un molino, que en la actualidad funciona como central eléctrica. Aquí estuvo el Molino de las Once Paradas, que fue quemado en el siglo XIX en lo convulsos años en que Palencia vivía agitada por los disturbios y la huelga del pan. Los disturbios vinieron ocasionados por los altos precios del pan, que ningún obrero podía pagar, por eso acudieron en tropel a quemar el molino. Aquí surgió la figura de la sindicalista palentina Dorotea Santos. La historia del molino de las Once Paradas se puede ver en Curiosón
🌠Esclusa de Viñalta.–
El conjunto de la esclusa de Viñalta, con su pequeño batán, esclusa y antigua fábrica de harinas y la caída del agua debido al desnivel nos ofrece un paraje espectacular con una esclusa llamativa que se conserva bien con el paso de los años, es este el lugar donde arrancan tantos paseos siguiendo la sirga del Canal de Castilla, o cruzando el puente en busca del Camino de Carravacas, o el antiguo manicomio. El paseo desde Viñalta a la Dársena de Palencia es espectacular, un encuentro profundo con la naturaleza. Comento a Onecha que fue muy importante el ramal o brazo que se construyó para que el Canal entrase en Palencia hasta la Dársena, donde podemos ver una elevadora de agua que carga del río Carrión. Me comenta que, en ese paraje, en la zona de la derecha, es donde se pretende construir edificios, algo que considera una salvajada. Sugiero a José Luis pintar el ramal o brazo del Canal de Castilla hasta la dársena, un bello paraje con los antiguos batanes, en lo que hoy ocupa el Museo del Agua.
🌠Mis visitas a la exposición.-
La colección que José Luis Onecha presenta en esta magnífica sala consagra al pintor de Dueñas, que hace tiempo que se codea con los grandes del panorama nacional y exporta su obra más allá de nuestras fronteras. La muestra es diferente, al menos a las que yo vi desde que sigo a este pintor, en concreto a la última que presentó en el año 2019, en la Sala de Unicaja, en plena Calle Mayor. He tenido la suerte de recorrer la exposición con Onecha como guía, un fantástico recorrido con un pintor que además cuenta su obra con detalle, atrapa al interlocutor, que se introduce en cada cuadro para apreciar esos fantásticos pormenores que te llegan a hechizar. No me canso de escuchar a este genio de la pintura a quien me gusta interrumpir para hacer preguntas, no sea que se me vayan a olvidar. No me canso de visionar y quedarme sin prisa a observar toda la belleza y laboriosidad de estos cuadros del artista de Dueñas, que nada tiene que envidiar a los grandes maestros actuales de la pintura.
🌠El autor y sus obras.–
Si hay algo que reprochar a esta exposición en la que José Luis Onecha presenta 42 obras, entre ellas seis retratos y quince paisajes, además de algún pueblo como Grijota, Becerril de Campos, Alba de Cerrato, Villamuriel de Cerrato, interiores y exteriores de iglesias y playas asturianas, es la falta de un catálogo. El Servicio de Cultura de la Diputación, que no quiere que falte ningún detalle, dispone de un magnífico equipo al frente de un hombre sabio y curtido en su larga carrera por la cultura y por el arte, especialista en catedrales, en cada monumento de Palencia y provincia, que no puede ser otro que el historiador Rafael Martínez, a quien he tenido el placer de seguir y ser compañero de trabajo, desde que iba vestido de militar al palacio provincial, al departamento de cultura, porque estaba haciendo la mili en la fábrica de armas. Podría escribir un libro sobre Martínez, contando toda su evolución desde que era segundo de María Valentina Calleja (Maritina). También conozco la historia de Elena Gutiérrez Ruiz, una buena compañera y jefa, y de Teresa Pescador, no en vano trabajé casi veinte años en el Departamento de Cultura, como encargado del almacén de publicaciones y de venta de las mismas en el despacho que existía bajo la escalera principal del palacio provincial, y años después con la inauguración del Centro Cultural Provincial en la Plaza de los Juzgados y el traslado de todo el Departamento de Cultura de la Diputación.
🌠Mi opinión de Onecha.-
José Luis Onecha, que es un especialista en paisajes, en difuminar los monumentos, en crear un estilo figurativo propio que lo identifica, que no deja indiferente. Sus obras requieren una pose, una parada sosegada ante cada uno de sus cuadros, para estudiar con calma la grandeza de esos rasgos que de forma tan brillante refleja su autor, que consigue la máxima atención de quien lo mira. De las pinturas puedo decir que me gustan sus bellas composiciones, me entusiasman sus pinceladas sueltas y sus diferentes tonalidades de color, la intensa luz que emplea en sus paisajes en su encuentro con portoneras y viejas calles, mezcla sus colores en la paleta y los inserta con destreza en sus obras. Onecha se puede decir que es un todo terreno de la pintura, un enamorado del campo que pinta como si fuera un pastor, es tan bueno que recuerda a Sorolla, sin salvar las distancias, a Velázquez o a Murillo, con una formación artística basada en el estudio de los clásicos españoles. Como retratista, sabe captar las miradas y expresar sentimientos, un retrato de Onecha hace que detengas tu mirada y lo observes con detenimiento, claro reflejo de una profunda admiración, capaz de retener tu retina y causarte pereza en apartar la mirada. Gusta de pintar motivos de Dueñas, su pueblo, en el que vive tranquilo a las puertas del campo, con su estudio en la localidad, como en su día lo tuvo el gran Meneses, también, como Meneses, tiene estudio en Madrid, junto al estadio Bernabéu, en el que actuó como maestro y dio clases a alumnos privilegiados, algunos se convirtieron en discípulos suyos y hoy en día son pintores de renombre en sus países. En concreto hay tres pintores repartidos por el mundo que llevan el sello onechiano y el triunfo reconocido. Y es que José Luis Onecha es un pintor sencillo en cuanto al trato, pero cuando pinta se trasforma en soberbio, se crece y se sube a la cima de los mejores, no tengo dudas de que estamos ante uno de los mejores pintores, no de Palencia, sino de España y de Europa.
Mi nómina preferida de los mejores pintores palentinos la encabeza Onecha, y en ella se encuentran pintores como Antonio Capel, Antonio de la Peña, Álvaro Reja, José Luis Quirce, José María Paniagua, Ruesga, Pilar Calonge, Chema Manzano, Chema Font, Eugenio Gómez Iglesias, Simal y Cajigal, y las nuevas figuras Marian López, Inma Emperador, Patricia Paz y Charo Guerra.
🌠Mi amistad con José Luis Onecha.–
Muy sorprendido estoy con José Luis Onecha, un pintor a quien conozco y sigo desde hace años, pero que no había tratado a fondo hasta el día de la inauguración de esta exposición, que me sorprendió al invitarme a fotografiarme con él y el grupo de pintores. Tras la inauguración le comenté que quería hacer un artículo sobre la exposición, en compensación por la falta de catálogo. A los dos o tres días de inaugurada la exposción recogí a Onecha en su casa de Dueñas, vinimos a Palencia y tomamos un café, eran las cinco y media de la tarde y nos liamos a hablar y nos dieron las siete. En la exposición todo fueron facilidades y me fue explicando cuadro a cuadro para mi gozo, no me lo podía creer. Al llegar la hora de cierre nos tomamos un par de vinos y lo llevé a Dueñas. Ese día presentí que un nuevo amigo había nacido. No me he equivocado, se nota que estamos a gusto y congeniamos en todo. Presiento que la amistad va a continuar cuando finalice la exposición.
🌠Pequeños detalles de la vida del pintor.–
🌠Esclusa de Viñalta.–
El conjunto de la esclusa de Viñalta, con su pequeño batán, esclusa y antigua fábrica de harinas y la caída del agua debido al desnivel nos ofrece un paraje espectacular con una esclusa llamativa que se conserva bien con el paso de los años, es este el lugar donde arrancan tantos paseos siguiendo la sirga del Canal de Castilla, o cruzando el puente en busca del Camino de Carravacas, o el antiguo manicomio. El paseo desde Viñalta a la Dársena de Palencia es espectacular, un encuentro profundo con la naturaleza. Comento a Onecha que fue muy importante el ramal o brazo que se construyó para que el Canal entrase en Palencia hasta la Dársena, donde podemos ver una elevadora de agua que carga del río Carrión. Me comenta que, en ese paraje, en la zona de la derecha, es donde se pretende construir edificios, algo que considera una salvajada. Sugiero a José Luis pintar el ramal o brazo del Canal de Castilla hasta la dársena, un bello paraje con los antiguos batanes, en lo que hoy ocupa el Museo del Agua.
Paraje de Viñalta y esclusa del Canal de Castilla. | Foto A. Santamaría. |
La colección que José Luis Onecha presenta en esta magnífica sala consagra al pintor de Dueñas, que hace tiempo que se codea con los grandes del panorama nacional y exporta su obra más allá de nuestras fronteras. La muestra es diferente, al menos a las que yo vi desde que sigo a este pintor, en concreto a la última que presentó en el año 2019, en la Sala de Unicaja, en plena Calle Mayor. He tenido la suerte de recorrer la exposición con Onecha como guía, un fantástico recorrido con un pintor que además cuenta su obra con detalle, atrapa al interlocutor, que se introduce en cada cuadro para apreciar esos fantásticos pormenores que te llegan a hechizar. No me canso de escuchar a este genio de la pintura a quien me gusta interrumpir para hacer preguntas, no sea que se me vayan a olvidar. No me canso de visionar y quedarme sin prisa a observar toda la belleza y laboriosidad de estos cuadros del artista de Dueñas, que nada tiene que envidiar a los grandes maestros actuales de la pintura.
Onecha explica su obra. | Foto Alejandro Pérez García |
Onecha explica su obra a mi amigo Antonio Riaza. | Foto Gonzalo Santos |
Si hay algo que reprochar a esta exposición en la que José Luis Onecha presenta 42 obras, entre ellas seis retratos y quince paisajes, además de algún pueblo como Grijota, Becerril de Campos, Alba de Cerrato, Villamuriel de Cerrato, interiores y exteriores de iglesias y playas asturianas, es la falta de un catálogo. El Servicio de Cultura de la Diputación, que no quiere que falte ningún detalle, dispone de un magnífico equipo al frente de un hombre sabio y curtido en su larga carrera por la cultura y por el arte, especialista en catedrales, en cada monumento de Palencia y provincia, que no puede ser otro que el historiador Rafael Martínez, a quien he tenido el placer de seguir y ser compañero de trabajo, desde que iba vestido de militar al palacio provincial, al departamento de cultura, porque estaba haciendo la mili en la fábrica de armas. Podría escribir un libro sobre Martínez, contando toda su evolución desde que era segundo de María Valentina Calleja (Maritina). También conozco la historia de Elena Gutiérrez Ruiz, una buena compañera y jefa, y de Teresa Pescador, no en vano trabajé casi veinte años en el Departamento de Cultura, como encargado del almacén de publicaciones y de venta de las mismas en el despacho que existía bajo la escalera principal del palacio provincial, y años después con la inauguración del Centro Cultural Provincial en la Plaza de los Juzgados y el traslado de todo el Departamento de Cultura de la Diputación.
🌠Mi opinión de Onecha.-
José Luis Onecha, que es un especialista en paisajes, en difuminar los monumentos, en crear un estilo figurativo propio que lo identifica, que no deja indiferente. Sus obras requieren una pose, una parada sosegada ante cada uno de sus cuadros, para estudiar con calma la grandeza de esos rasgos que de forma tan brillante refleja su autor, que consigue la máxima atención de quien lo mira. De las pinturas puedo decir que me gustan sus bellas composiciones, me entusiasman sus pinceladas sueltas y sus diferentes tonalidades de color, la intensa luz que emplea en sus paisajes en su encuentro con portoneras y viejas calles, mezcla sus colores en la paleta y los inserta con destreza en sus obras. Onecha se puede decir que es un todo terreno de la pintura, un enamorado del campo que pinta como si fuera un pastor, es tan bueno que recuerda a Sorolla, sin salvar las distancias, a Velázquez o a Murillo, con una formación artística basada en el estudio de los clásicos españoles. Como retratista, sabe captar las miradas y expresar sentimientos, un retrato de Onecha hace que detengas tu mirada y lo observes con detenimiento, claro reflejo de una profunda admiración, capaz de retener tu retina y causarte pereza en apartar la mirada. Gusta de pintar motivos de Dueñas, su pueblo, en el que vive tranquilo a las puertas del campo, con su estudio en la localidad, como en su día lo tuvo el gran Meneses, también, como Meneses, tiene estudio en Madrid, junto al estadio Bernabéu, en el que actuó como maestro y dio clases a alumnos privilegiados, algunos se convirtieron en discípulos suyos y hoy en día son pintores de renombre en sus países. En concreto hay tres pintores repartidos por el mundo que llevan el sello onechiano y el triunfo reconocido. Y es que José Luis Onecha es un pintor sencillo en cuanto al trato, pero cuando pinta se trasforma en soberbio, se crece y se sube a la cima de los mejores, no tengo dudas de que estamos ante uno de los mejores pintores, no de Palencia, sino de España y de Europa.
Mi nómina preferida de los mejores pintores palentinos la encabeza Onecha, y en ella se encuentran pintores como Antonio Capel, Antonio de la Peña, Álvaro Reja, José Luis Quirce, José María Paniagua, Ruesga, Pilar Calonge, Chema Manzano, Chema Font, Eugenio Gómez Iglesias, Simal y Cajigal, y las nuevas figuras Marian López, Inma Emperador, Patricia Paz y Charo Guerra.
Santamaría comenta a Onecha algo que le hace gracia ante los cuadros del padre de José Luis. |
Muy sorprendido estoy con José Luis Onecha, un pintor a quien conozco y sigo desde hace años, pero que no había tratado a fondo hasta el día de la inauguración de esta exposición, que me sorprendió al invitarme a fotografiarme con él y el grupo de pintores. Tras la inauguración le comenté que quería hacer un artículo sobre la exposición, en compensación por la falta de catálogo. A los dos o tres días de inaugurada la exposción recogí a Onecha en su casa de Dueñas, vinimos a Palencia y tomamos un café, eran las cinco y media de la tarde y nos liamos a hablar y nos dieron las siete. En la exposición todo fueron facilidades y me fue explicando cuadro a cuadro para mi gozo, no me lo podía creer. Al llegar la hora de cierre nos tomamos un par de vinos y lo llevé a Dueñas. Ese día presentí que un nuevo amigo había nacido. No me he equivocado, se nota que estamos a gusto y congeniamos en todo. Presiento que la amistad va a continuar cuando finalice la exposición.
Al fondo, José Luis Onecha explica sus obras a dos visitantes |
Me cuenta José Luis Onecha que en su primera exposición en Palencia en la Sala de Exposiciones de Caja España, en la calle Don Sancho, su padre encomendó a su gestor que comprase media docena de cuadros a su hijo, y le hizo entrega de un millón de pesetas. Onecha no se enteró hasta pasados treinta años, que su padre le dijo que le iba a enseñar algo que tenía en una nave. Allí en la nave estaban los cuadros empaquetados para su sorpresa. Me confiesa que en la pintura de un monumento se apoya en fotografías, menos en el buen tiempo que sale a pintar al natural. Cuando pinta Puentecillas, que para él “es un puente de una belleza y de una evocación y vibración francamente alta, y de una carga emocional muy importante, y sobre todo te encuentras y percibes las últimas luces de la tarde y del otoño”.
🌠La Sala de Exposiciones.-
A falta de catálogo voy a presentarles una buena parte de la obra que presenta Onecha en esta magnifica Sala de Exposiciones. Rafael Martínez se ha ocupado personalmente de la colocación de cada cuadro, conoce a oscuras la sala, cada tramo, cada panel, no hay duda que el diseño de la sala es obra de él desde su inauguración. El resultado es notorio y palpable y, sin temor a equivocarme esta es una de las mejores exposiciones individuales de pintura, si no la mejor de cuantas pasaron por esta extraordinaria Sala de Exposiciones del Centro Cultural Provincial
🌠Las visitas a la exposición.–
Una manera de saber si una exposición o un pintor ha triunfado, o no ha tenido éxito su muestra, es conocer el número de visitas, independiente del número de ventas. Los números que acompañan a la exposición “Miradas” son impresionantes, indicativos de la grandeza de esta muestra del pintor Onecha, porque una exposición que en un día ha recibido 800 visitas, en otros más de 700, y en otros sobrepasa las 600, quiere decir que va a batir un récord cuando finalice el próximo 26 de noviembre.
🌠Horario para ver la exposición.-
El horario de la exposición, de lunes a sábados, es de 11.00 a 14.00 por la mañana, y de 17.00 a 21.00 horas por la tarde. Los domingos de 11.00 a 14.00.
Catálogo
🌠La Sala de Exposiciones.-
A falta de catálogo voy a presentarles una buena parte de la obra que presenta Onecha en esta magnifica Sala de Exposiciones. Rafael Martínez se ha ocupado personalmente de la colocación de cada cuadro, conoce a oscuras la sala, cada tramo, cada panel, no hay duda que el diseño de la sala es obra de él desde su inauguración. El resultado es notorio y palpable y, sin temor a equivocarme esta es una de las mejores exposiciones individuales de pintura, si no la mejor de cuantas pasaron por esta extraordinaria Sala de Exposiciones del Centro Cultural Provincial
🌠Las visitas a la exposición.–
Una manera de saber si una exposición o un pintor ha triunfado, o no ha tenido éxito su muestra, es conocer el número de visitas, independiente del número de ventas. Los números que acompañan a la exposición “Miradas” son impresionantes, indicativos de la grandeza de esta muestra del pintor Onecha, porque una exposición que en un día ha recibido 800 visitas, en otros más de 700, y en otros sobrepasa las 600, quiere decir que va a batir un récord cuando finalice el próximo 26 de noviembre.
🌠Horario para ver la exposición.-
El horario de la exposición, de lunes a sábados, es de 11.00 a 14.00 por la mañana, y de 17.00 a 21.00 horas por la tarde. Los domingos de 11.00 a 14.00.
Catálogo
de la exposición
En esta muestra, en la sala del Centro Cultural Provincial, que ha abierto sus puertas hasta el 26 de noviembre, para alojar 42 obras de Onecha, se imponen seis retratos, y el estudio del arte del paisaje, y bellas marinas, en una variada colección a la que no nos tiene acostumbrados, en la que predominan los paisajes, pero que en esta ocasión sorprende con bellos estudios, entre ellos los retratos de sus padres. Algún cuadro por las prisas lo presenta inacabado, pero si no lo dice el autor nadie se entera.
Nadie se puede perder esta gran exposición de uno de los mejores pintores que parió esta tierra. El artista eldanense en la inauguración nos dio un maravilloso paseo por las obras que mejor lo definen, al menos en esta cita en la Sala de Exposiciones del Centro Cultural, y explicó emocionado cómo de una foto hizo un gran lienzo de sus padres que parecen pasear por Dueñas en una magnífica composición en la que el pintor devuelve a sus padres a la vida cuando eran novios.
La calidad de las obras de Onecha le ha permitido ganar numerosos premios y concursos. La exposición invita a volver para poder estudiar con detalle y detenerse a apreciar la mano de un artística único, que nos obliga a mirar su espléndida obra, llena de calidad exquisita. Todo lo que vemos en esta exposición es bello, con un atractivo colorido. Solamente echo en falta un catálogo.
José Luis Onecha es el único pintor del que he escrito en vida. los anteriores, Ángel Cuesta y Meneses no pude hablar con ellos. Con el segundo hablé muchas veces, imposible hacerlo con el primero pues hace cien años que nació. En cualquier caso, presiento que voy a dar a conocer a un desconocido, no por su pintura sino por su personalidad y todo lo que ha tenido a bien contarme.
🌠Siesta. Fragmento Oleo / lienzo (100 x 130 cm). Este es el lienzo que encabeza el tríptico de la exposición. |
🌠Novios. T. mixta / lienzo (162 x 114 cm) |
🌠Hermanos. T. mista / tabla (122 x 94 cm). |
🌠Personaje de Dueñas |
🌠Maternidad |
🌠Técnica mixta cartón |
🌠Técnica mixta cartón |
🌠Técnica mixta cartón |
🌠Técnica mixta cartón |
Agradecimientos:
🌠Al gran artista José Luis Onecha, por su disposición para realizar este reportaje, por enseñarme tanto en tan poco tiempo y por convertirse en un amigo.
🌠A la pintora salmantina Francisca González del Castillo, por su imprescindible colaboración y su profesionalidad para llevar a buen término este trabajo.