Descubriendo nuestro diluvio
Se escuchan los sonidos de las sepulturas. Rabian los corazones que aún viven. Pero ya no laten, sólo mantienen el color de la esperanza. El ridículo emblema que nos mecía con sus falsas caricias ya no está. El lodo va cediendo a la noble lluvia y... llega el diluvio. Hasta el aire fresco empieza a respirarse a sí mismo debido a su abundancia, su pureza, su magnanimidad.
Acurrucados nuevamente a la luz de una vela que nos asegura lágrimas de cera perenne, nacemos al viento, a la mar, a la profunda alegría que encierra la vida. Y con gusto nos desgastamos seguros de poder reinventarnos. De poder continuar por siempre esta ida y venida. De permanecer serenos, sonrientes, amantes de la belleza y de la bondad. Paseantes de caminos conducentes. Inmersos en este constante diluvio. Que nos lava... que nos moja... que nos envuelve.
SOBRE ESTA BITÁCORA
Esta bitácora nace en noviembre de 2008 con el ánimo de divulgar historias curiosas y entretenidas. Son 17 años acudiendo diariamente a la llamada de amigos que vienen de todo el mundo. Con +6.523.000 de visitas, un mapa del románico abierto a finales de 2023 que ya ha recibido +734.000 consultas y +6000 artículos en nuestra hemeroteca, iniciamos una nueva andadura. Comparta, Comente, síganos por nuestros canales de Telegram y Wasap. Y disfrute. ¡Es gratis!
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