Palacio de Fermoselle, Torre del Aire, Salamanca

100 estampas de Salamanca



El Palacio de los Fermoselle, más conocido como Torre del Aire, es uno de los edificios emblemáticos de Salamanca, está situado en pleno centro del casco urbano y pertenece al resto de una casa fortificada del siglo XV, el antiguo palacio de Fermoselle, con la torre más esbelta de Salamanca, que también fue llamada Casa o Palacio de las Cuatro Torres, debido a que el palacio tuvo otros tres torreones que fueron derribados a finales del siglo XVII debido a su mal estado.


Torre del Aire | Acuarela | Francisca González del Castillo

El palacio fue construido hacia 1440 por los señores de Fermoselle, pasando a ser posteriormente propiedad del Barón de las Cuatro Torres que es quien la bautizó con el nombre de Palacio de las Cuatro Torres. El hecho de ser una casa fortificada con torres se debe, no solo a la intención defensiva, sino como muestra de poderío social y económico.

El palacio tiene planta rectangular, en él predomina el estilo gótico y tiene dos fachadas, y un lado se orienta a la calle del Aire, quizás ese sea el origen de su nombre, Torre del Aire. Es la fachada orientada hacia la Gran Vía es la que atrae más interés, está realizada en sillarejo, y es de gran solidez. Pero lo que más llama la atención son sus ventanas, porque todas son diferentes, las hay cuadradas, semicirculares con arcos, trilobulados o apuntados, ventanas adinteladas, con arquillos conopiales, aljimezadas con tracería gótica, en herradura, de factura mozárabe, las hay con balcón, grandes y pequeñas, pero todas resueltas de forma diferente, sin embargo, se aprecia una conjunción del gótico con el arte mozárabe.

La Torre del Aire junto con la Torre del Clavero son dos de las casas-fortificaciones urbanas construidas por la nobleza salmantina, y, de alguna manera, están unidas por el pasado de la ciudad, pues hay que contextualizarlo en la época de las luchas de la nobleza durante toda la época del siglo XV, cuando Salamanca estaba dividida en dos bandos opuestos. La Torre del Aire tiene su propia leyenda, relacionada con tales contiendas. Una historia de amor imposible con final sangriento, al estilo de Romeo y Julieta, en medio de una cruenta rivalidad, la de la hija del Clavero, del bando de San Benito, y el hijo del Barón de las Cuatro Torres, del bando de Santo Tomé, con San Juan de Sahagún, patrón de Salamanca, finalmente como pacificador.

El edificio ha tenido diferentes usos a lo largo de su historia, desde una fábrica de paños y asilo de ancianos hasta ser residencia estudiantil en la actualidad. Un imprescindible para ver y admirar sus originales ventanas desde la Gran Vía.

 


CIEN ESTAMPAS DE MI TIERRA
Una idea de Paqui para Curiosón

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5 comentarios en el blog:

Alfonso Santamaría dijo...

Aires divinos se aprecian en esta acuarela del Palacio de Fermoselle, trazada con la elegancia de una artista que domina lo que dibuja, pinta, y
colorea. Disfrutamos de esa torre salmantina como si la tuviéramos de cerca y admiramos su esbeltez y todos los detalles que adornan el edificio, fachada, ventanales, balconada. Destaca el colorido logrado por el pincel, que refleja también esa escultura cuya figura descansa en el pedestal y el edificio de enfrente.

J. Javier Terán dijo...

Otra joya del patrimonio salmantino que nos muestra hoy Paqui con esta acuarela donde nos pinta la Torre del Aire, un bello marco de la ciudad salmantina. Logrando mostrarnos con una gran profusión de detalles la torre en cuestión de ese Palacio, donde destaca ese conjunto de ventanas de diferentes estilos arquitectónicos que le confieren una gran originalidad. Otra Estampa más de esa Salamanca que tanto ama nuestra pintora salmantina. Saludos.

Anónimo dijo...

Preciosa Paquita, cómo todo. El reflejo de oro de la famosa piedra de Salamanca, queda patente en ésta pintura. Felicidades

Antonio Riaza (wassap autillanos) dijo...

Salamanca, la bella y estudiantil Salamanca tiene muchos edificios que llaman la atención pero no te fijas realmente en ellos, en sus detalles, en su historia. Recorrer Salamanca siguiendo el pincel de Paqui es redescubrirla verdaderamente, disfrutando de cada detalle de sus monumentos. Por cierto Paqui, no sé qué inspiración tenías hoy, pero tu acuarela me encanta.

Astrid dijo...

Dices que este Palacio de Fermoselle luego se llamó de las cuatro torres, por motivos defensivos, pero sobre todo por mostrar el poderío de su dueño. Y esto es lo que veo en esta Torre del Aire, poderío. Ese color dorado de la piedra, la altura y la arquitectura resultan señoriales, sobre todo en comparación con el edificio de enfrente. No sé cuál es, pero es como si en tu acuarela, la Torre y el Palacio le dijeran a los nuevos edificios "Aquí estoy yo y no podéis rivalizar conmigo". O sea, poderío. Hasta ese punto dominas el arte de la acuarela.
Hace ya tiempo hiciste una estampa de una casa señorial de unas señora a la que le habían asesinado un hijo en estas luchas del siglo XV, y que persiguió a los asesinos hasta Portugal. Recuerdo que dije que era una gran historia y que en esas luchas también debieron haber historias a lo Romeo y Julieta. Ya la tenemos, a ver cuándo se animan los de Netflix y hacen una serie. Besos.

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