Viveiro
Capital de la Mariña Occidental, Viveiro es, me pareció, una ciudad en mitad de un lago. Su nombre, según algunos filólogos, procede del latín: Vivarium, terreno donde se cultivaba árboles y plantas, que se fue transformando con el paso de los siglos: Vivario, Vivairo, Viveiro y Vivero. Después de detenernos en San Cibrao, municipio de Cervo, conocido por su playa del Torno, reconocida por la UE con el distintivo de bandera azul, Viveiro fue una implosión, el punto y aparte. Manoliño, emigrante gallego que anduvo de tubero por Suiza y Argentina, se acerca, sin conocerme de nada, cuando estoy ensimismado haciendo fotos y observando un trozo importante de muralla.
Se trata de un pasadizo que formaba parte del adarve de la antigua muralla. Al final del segundo tramo encontramos unas escaleras que nos dejan cerca del Mercado de Abastos. Me explica que esta ciudad estuvo circundada por altas y anchas murallas con cuatro portillos y seis puertas de las que se conservan tres: la del Castillo del Puente o de Carlos V, construida ya en la Edad Moderna, punto perfecto para adentrarse en el casco histórico; la del Vallado, circundada por importantes restos arqueológicos y la Porta da Vila, un arco con bóveda de cañón que funcionaba como antigua entrada del Camino Real.
Tanto se anima la conversación y hasta tal punto nos comprendemos que será mi guía preciado por este precioso pueblo, mostrándome acto seguido los pasos de la Semana Santa que alcanzan aquí mucho renombre y está catalogada como Fiesta de Interés Turístico Internacional; Tampoco faltan fiestas de interés en los pueblos cercanos: en el mes de julio la rapa das bestas en Candaoso, que pertenece a este municipio, tradición que consiste en cortarle la cola y las crines a los caballos salvajes. Una fiesta gallega por antonomasia que mencioné cuando visitamos San Andrés de Teixido. Y la Romería de Naseiro, también conocida como “Romance do Bo Xantar”, que se celebra a finales de agosto. Miles de personas conviven esos días creando un poblado en el valle con cabañas sencillas, donde se servirán miles de raciones de pulpo mientras resuenan las canciones de las charangas y los gaiteiros. Viveiro es un pueblo con encanto, con sus galerías acristaladas y pintadas de blanco y sus nobles casas de piedra y de granito, mirando a la Ría, frente a los jardines del periodista y poeta gallego Noriega Varela.
Tanto se anima la conversación y hasta tal punto nos comprendemos que será mi guía preciado por este precioso pueblo, mostrándome acto seguido los pasos de la Semana Santa que alcanzan aquí mucho renombre y está catalogada como Fiesta de Interés Turístico Internacional; Tampoco faltan fiestas de interés en los pueblos cercanos: en el mes de julio la rapa das bestas en Candaoso, que pertenece a este municipio, tradición que consiste en cortarle la cola y las crines a los caballos salvajes. Una fiesta gallega por antonomasia que mencioné cuando visitamos San Andrés de Teixido. Y la Romería de Naseiro, también conocida como “Romance do Bo Xantar”, que se celebra a finales de agosto. Miles de personas conviven esos días creando un poblado en el valle con cabañas sencillas, donde se servirán miles de raciones de pulpo mientras resuenan las canciones de las charangas y los gaiteiros. Viveiro es un pueblo con encanto, con sus galerías acristaladas y pintadas de blanco y sus nobles casas de piedra y de granito, mirando a la Ría, frente a los jardines del periodista y poeta gallego Noriega Varela.
LA MADEJA
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5 comentarios en el blog:
Viveiro, una importante localidad gallega, de la provincia de Lugo en concreto, es la que nos muestra hoy Froilán en su sección de Diario Palentino. Con recuerdos de sus andanzas por estas tierras gallegas que tanto gusta visitar. Y donde conoce a un lugareño que le sirve de experto guía turístico por la localidad, de la que nos muestra su importante pasado, su gastronomía y también sus fiestas propias y de los alrededores. Unas pinceladas tan solo de esta conocida localidad lucense. Saludos.
Conozco un poco Galicia y como cualquier Región Española tiene mucho y bueno que ofrecer. Por ciertas circunstancias estuvimos unos días en la ciudad de Lugo y, que ciudad ! Que muralla hecha con lanchas o lajas, cuanto disfrute caminando por encima de ella, y de la comida no digamos.
Yo viajo con el corazón, con la nostalgia, imaginando la vida en aquellos lugares a los que llego por primera vez y me sorprenden. En unas horas de visita no da tiempo a conocerlo todo. Es un primer contacto para regresar con más tiempo y vivirlo. Pero sí, voy recorriendo año tras año esta tierra que tantas emociones me desata. @Alfonso, @Herminio, gracias por viajar conmigo. Buena semana.
Buenos días Froilan.
Tu Madeja de hoy es una oda a Viveiro, claro que encontraste el guía espontáneo que suelen ser los mejores. Galicia lo he ido conociendo poco a poco. Y poco. Espero más artículos tuyos de esta CCAA, a la que debería de haber dedicado más tiempo. Lo cuentas y me parece como si estuviera yo a tu lado viendo las mismas cosas y con las mismas sensaciones.
Un abrazo agradecido
Hoy nos lleva Froilán a Vivero, en gallego Viveiro. Tengo referencias de este pueblo desde hace muchos años, gracias a un antiguo jefe que tuve, ya fallecido, y que nació allí y me habló mucho de su pueblo, de su plaza, de su playa y de su Semana Santa. Pensé que alguna vez visitaría Vivero, pero no ha llegado el momento, nunca es tarde. De tu visita a me admira el relato que nos adentra en el pueblo, y si además encuentras a un paisano que te sirvió de guía, permite conocer a fondo el pueblo de la mano de un lugareño. Muchas imágenes he visto de esa tradición de la “Rapa das vestas”, que se ha llevado al cine. Si llegas a seguir por esta zona, seguro que ibas a terminar “falando galego”, o se te pega el acento.
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