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Adora Svitak, otra niña prodigio

Adora, lee tres libros diarios y enseña más de 30 programas diferentes

En una entrevista realizada en 2009 por la BBC, se nos descubre a una niña de 11 años que ha publicado ya dos libros. Adora Svitak vive en el estado de Washington, y además de escribir, dicta conferencias internacionales sobre escritura y estudios sociales por varias partes del mundo a niños y adultos, educadores y hombres de negocios. Como otros niños de los que ya hemos hablado en este mismo espacio, sorprende, cuando menos, esa explosión de conocimientos a una edad donde no ha habido tiempo para adquirirlos, de ahí el post que abordamos aquí mismo, donde, ante la pregunta: ¿estos niños han vivido ya antes?, los estudiosos justifican el hecho de la reencarnación.

"Siempre trato de aprender nuevas palabras a través de diferentes métodos, por medio de la lectura -cada vez que encuentro una palabra que no conozco la busco en el diccionario o le pregunto a mis padres- e incluso escucho las conversaciones de los adultos, así que siempre estoy añadiendo nuevas palabras a mi vocabulario. Soy capaz de acumular una mayor cantidad de vocabulario que otros niños de mi misma edad, pero al mismo tiempo disfruto incorporar esas nuevas palabras en lo que escribo."

Adora, lee tres libros diarios y enseña más de 30 programas diferentes: herramientas de investigación, estudios sociales, escritura... generalmente a través de un sistema de video conferencias, y cuando la ocasión lo requiere desplazándose, como hizo para cubrir el evento de "Sun Microsystems" a Hawaii.

"Vivir con ella -dice Joyce, su madre, que creció con la revolución china y no tenía libros para leer- es como estar en la universidad porque te enseña nuevas cosas todos los días." 

Hace unas semanas volvía a sorprendernos este titular de los periódicos: "Wael, con 11 años ya trabaja para Microsoft".

Mahmud Wael es egipcio y como en otros casos que ya hemos rescatado en este cuaderno, sorprende su coeficiente intelectual. Los expertos le consideran el niño más inteligente del mundo y su facilidad para resolver ecuaciones complejas en cuestión de segundos, al tiempo de moverse con agilidad por las redes, le han llevado a convertirse en técnico del gigante informático.

"Mi padre descubrió mi habilidad a los tres años, cuando resolví una multiplicación de mi hermana", cuenta a Efe, Wael. Aquello propició un examen, arrojando un coeficiente intelectual de 155, que le ha valido el apodo de "abqarino" (genio, en árabe) entre sus familiares y vecinos. A los 9 años se matriculó en la Universidad Americana de El Cairo, habla inglés, francés y árabe y tiene un sueño, seguir los pasos del premio Nobel de química Ahmed Zewail (1999)."Si quiero saber algo tengo Google y Wikipedia, y si lo que deseo es conocer a alguien en el otro extremo del planeta está Facebook".

Ah, Wael es fan del Barça.

Fuente:
hola
imagen: egyptianchronicles

Hugo Zúñiga Utor, un niño peruano superdotado de siete años, sorprendió en Mayo de 1997 a la comunidad universitaria de su país al pronunciar una conferencia de hora y media de duración sobre medicina en el auditorio de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la más antigua de América.

Zúñiga Utor disertó sobre Nociología del Aparato digestivo, anatomía e histofisiología ante numerosos catedráticos, que al final le ovacionaron largamente. El niño es alumno libre de la Facultad de Medicina de San Marcos.

Domina seis idiomas, conoce a la perfección Internet y tiene un coeficiente intelectual de 170. Pero Hugo Zúñiga indica risueñamente:

"No me gusta que me llamen niño-genio. Sólo díganme Hugo o simplemente Huguito".

Imagen: sisbib.unmsm

«Cuando sea mayor quiero ser científico y hacer un mamut». «Me bastaría con conseguir el núcleo de una célula madre que haya quedado congelada en algún lugar e introducirla en un elefante madre africano». «Hola, soy Gorka Elizalde y voy a tratar el tema del ADN. ¿Por qué somos como somos? ¿Qué nos hace tan distintos? La respuesta está en el ácido desoxirribonucleico». "El ADN de una célula mide más de dos metros o que con el de una persona podrían darse 500vueltas a la Tierra".

«Si James Watson y Francis Crick, descubridores del ADN, estuvieran aquí, no lo habrían explicado mejor. Estoy asombrado», reconocía el biólogo Pedro Guaresti. En su opinión, la conferencia de un niño «que debería estar preocupándose de jugar a la pelota nos ha aclarado las ideas a todos».

Hablamos del conferenciante de 7 años, el alavés Gorka Elizalde, que explicó el ADN ante biólogos y bioquímicos de la Universidad del País Vasco.

Ya sé que vamos por detrás. Trankilos. Me interesaba archivar en la sección de superdotados de mi blog esta noticia, como anteriormente hicimos con otras y comentarla con los amigos que me visitan a diario. Enseguida las partes interesadas la subieron a "menéame", como si allí tuviera asegurado el tratamiento justo, cuando aquel lugar es una lata de sorpresas, que lo mismo defenestra el reportaje más interesante, que premia la entrada más cutre. Y digo esto porque ambas decisiones las hemos sufrido en carne propia. Y para desaconsejar a mis visitantes y amigos que repitan la historia.

La noticia llegó a los medios en agosto de 2007. March Boedihardjo, un niño chino-indonesio de nueve años, considerado un genio de las matemáticas estaba a punto de comenzar un curso combinado de cinco años que incluye una licenciatura y una especialización en la Universidad Baptista de Hong Kong. En algunos aspectos Boedihardjo es como cualquier otro niño de su edad. “En Oxford todos mis compañeros van a la universidad después de graduarse en la escuela secundaria. Y como yo no quiero dejar mis estudios en matemáticas, tengo que estudiar en la universidad”, dijo el niño. Pero de raza le viene al galgo, porque su hermano de 14 años, se encontraba en aquel momento estudiando en la Universidad de Oxford y él se resigna a estudiar en este centro porque reconoce: "Mi papá no tiene suficiente dinero"

Cuando se muestra un reportaje de alguien que excede con mucho el nivel normal de inteligencia, (que a veces tanto confunde y nos confunde, porque los tontos parecen listos y viceversa), ya tenemos un drama en puertas. Fíjense lo mal que llevamos la vida el común de los mortales, los golpes que a diario nos desestabilizan, cuanto si más para verlo e intuirlo impotentes desde un plano superior. ¡Tiene que ser una tortura saber tanto!

 
DERF.com. | 2007 | Georgia Brown, una niña de dos años, es la pequeña más brillante que ha conocido en su vida un experto en este tipo de niños que destacan por algún don. Tiene un coeficiente intelectual de 152, muy por encima de la media que se sitúa en 100. A una edad muy temprana ya podía contar hasta diez, reconocer colores y empezar a interesarse por el Francés. "Empezó a hablar muy pronto. Con 18 meses ya mantenía una conversación", asegura su madre, la señora Brown en el Daily Mail. Con un año, se presentaba con una frase: "Hola soy Georgia, tengo un año". A esa edad "ya se sabía poner los zapatos y en el lugar correcto, correspondiendo el pie con el zapato". Cuando Liu Xiaobín tenía dos años y medio, su padre, Liu Tingmei comenzó a enseñarle a leer, durante una hora diaria. El niño sólo necesitó tres días para aprender los 300 caractéres contenidos en el primer libro del texto del idioma chino para la primaria. Su padre, lleno de confianza, decidió enseñarle más. Descubrió que su hijo podía memorizar dos caractéres al minuto. En marzo de 1983, cuando el niño tenía cuatro años, su padre empezó a enseñarle matemáticas y más tarde física y química. 1994.— Jesús Lama, profesor en el Instituto Agra de Lorzán, en A Coruña, quiso saber la suerte que había corrido uno de sus mejores alumnos y se llevó un chasco. Ricardo Bermúdez Otero, que obtuvo el Premio Nacional de Fin de Carrera y el premio a la mejor licenciatura de toda Galicia, fue rechazado por la Universidad de Santiago. Reclamado por la Universidad de Manchester, no entendía cómo la Universidad española rehusaba aprovechar sus condiciones. El director del Departamento de Psicopedagogía de la Universidad de Navarra, Javier Touron, declaró que entre el 1% y el 3% de la población española son niños superdotados. Este departamento trabaja en un proyecto de investigación sobre este campo, "poco desarrollado en España, donde no existe una prueba estándar para detectar a estos jóvenes".