Edén en Estamariu, Lleida
GRAN GUÍA TEMPLOS ROMÁNICOS
ESTAMARIU
LLEIDA
Templo de Sant Vicenç
No se lo quería creer cuando le conté que el nombre de este municipio del Alt Urgell situado a 1084 metros de altitud entre la riera de Bescaran y el barranco de Ribona, en pleno alto pirineo catalán, es de toponimia vasca ya que el vascoide fue un elemento de substrato de muchas palabras de los Pirineos hasta el siglo VI en que llegó la influencia romana. Para convencerlo le hice referencia a “L´Acta de Consagració de Santa María d´Urgell” de 819, donde, por vez primera, se menciona a Estamariu como Stamariz ( sta= cerca, vallado y mariz o maritz= roble, en vasco), o sea el aprisco o vallado del roble.
El templo de Sant Vicenç, al lado del cementerio viejo,
es un ejemplar del siglo X-XI cuando penetran las primeras influencias lombardas en la arquitectura. Se accede al prado o jardín que le sirve de antesala, a través de curiosa construcción de lo que posiblemente fuese un exconjuradero.
En el muro sur, la puerta de acceso
con arco sencillo de medio punto.
De planta basilical con tres naves separadas por cinco arcos formeros que arrancan de cuatro pilares cruciformes.
El ábside de la nave central es semicircular con tres ventanas que se decora exteriormente por friso de arquillos lombardos. El absidiolo del lado norte desapareció junto con su nave y el absidiolo del lado sur presenta una ventana cegada.
Colocados a ambos lados laterales conserva hilera uniforme de sillares alargados con su función original de asientos y a los que los paisanos del lugar conocen como “lligada de gavatx”.
En su origen, la nave central se cubrió con vuelta de cañón semicircular y con vueltas de cuarto de esfera en las laterales hasta que el derrumbe de la cubierta central dio paso a la cubierta de madera.
Su interior se ilumina a través de tres vanos de doble derrame de la fachada sur,
dos series de tres ventanas en la nave central sobre elevada, y tres ventanas en el ábside central que se acompaña de la que recoge el absidiolo sur.
Iniciadas las obras de restauración,
se descubrieron fragmentos de pinturas románicas en el ábside central y que actualmente pueden contemplarse en todo su esplendor e in situ original.
Así, un Pantocrátor con el Tetramorfos
La Virgen acompañada de un apostolado preside el espacio de los ventanales
Cenefa con animales y cabezas.
Y, llegados a este punto, con su ansiosería habitual tuve que salir a cuatro patas para completar la visita a este templo con huida al MNAC a contemplar el baldaquino y un retablo del Maestro de Estamariu que, pertenecientes al templo de Sant Vicenç, allí se custodia.
Última actualización, 14Ene2025 | 433👀
SOBRE ESTA BITÁCORA
Esta bitácora nace en noviembre de 2008 con el ánimo de divulgar historias curiosas y entretenidas. Son 17 años acudiendo diariamente a la llamada de amigos que vienen de todo el mundo. Con +6.523.000 de visitas, un mapa del románico abierto a finales de 2023 que ya ha recibido +734.000 consultas y +6000 artículos en nuestra hemeroteca, iniciamos una nueva andadura. Comparta, Comente, síganos por nuestros canales de Telegram y Wasap. Y disfrute. ¡Es gratis!
3 comentarios en el blog:
¡Qué curioso!Las tres naves paralelas recuerdan a la planta de la iglesia de un monasterio.Las pinturas parecen originales ,¿no las llevaron a ningún museo?
Muy interesante este templo ,Mongui.Gracias,doggie
No, Margarita Persisten in situ. Lo que se llevaron al MNAC fue el baldaquino y el retablo con su precioso crucificado. Lamentones😽
No la conocía y me parece una maravilla , sobre todo esas pinturas que menos mal que se conservan in situ. ¡Una delicia! Gracias Mongui querido. Un besín.
Publicar un comentario