Edén en Montearagón, Huesca
GRAN GUÍA TEMPLOS ROMÁNICOS
MONTEARAGÓN
HUESCA
Castillo y Abadía
Lo visité en cuatro ocasiones y hasta tuve la oportunidad de hacer una buena siesta bajo el endeble arbolito que subsiste en el aparcamiento terrizo.
Casi siempre en interminables obras, vallado y sin apenas actividad, asemeja un fantasma histórico pendiente de reclamar su gloria y abolengo.
Las luchas de reconquista del joven Reino de Aragón, llevaron en el año 1085 al rey Sancho Ramírez a la conquista de esta colina situada a escasos 5 kilómetros de la ciudad de Huesca. El lugar era ideal para acometer la toma de la ciudad, por lo que el rey aragonés decide construir sobre los restos de alguna pequeña construcción árabe, lo que sería el puesto de control para la toma de Wasqa, como era denominada Huesca en tiempos de la Taifa de Zaragoza.
El primer edificio que se levantó fue la Iglesia consagrada a Jesús Nazareno, de la cual ya existe constancia en el año 1086. Junto a la misma y en periodo comprendido entre los años 1086-1089, se levantaron las viviendas y edificios destinados a las tropas del rey de Aragón. Todo ello sin olvidar a los principales protagonistas del castillo-abadía de Montearagón, los monjes que tras instalarse en el recinto a modo de monasterio se acogerán la regla de San Agustín, que fuera bendecido por los reyes patrocinadores y protegido por bula del Papa Urbano II. Poseía cripta.
En 1094, el rey de Aragón Sancho Ramírez, decide una incursión nocturna para valorar la toma de Huesca y acaba siendo muerto por una fleca anónima que cambiará el curso de la historia. Le sucedió su hijo, adoptando el nombre de Pedro I de Aragón que junto a su hermanastro menor, y futuro rey Alfonso I el Batallador conquistarán definitivamente la ciudad de Huesca, tras la célebre Batalla de Alcoraz a finales del año 1096.
Recuperada la diócesis de Huesca, el obispo por un lado y por otro el Abad de Montearagón se intentaran adueñar de cuantas más iglesias mejor para asegurarse el cobro de diezmos y ofrendas. En 1242, tras la muerte del abad más importante de Montearagón, el infante Fernando, se plantea el problema de su sucesión, en la cual se inmiscuirán los obispos de Valencia y Huesca, y que acarreará una importante pérdida de iglesias de las que tenía a su cargo Montearagón.
El siguiente inconveniente importante le llegará en el convulso siglo XV, el cual comenzará con la pérdida sin sucesor del rey de Aragón, Martín el Humano en 1410, suceso que comportará una gran inestabilidad a la Corona. Este hecho repercutirá en el castillo-abadía de Montearagón en forma de robos y pillajes, lo que conllevará un nuevo refuerzo de las murallas, a pesar de lo cual no podrán evitar el grave incendio de 1477, que a punto estuvo de acabar con él.
En 1571 con diferentes Bulas Papales a cargo de Pio V, que le quitaron casi todas sus propiedades cediéndoselas a los obispados de Huesca, Jaca y Barbastro. A pesar de lo cual continuará su camino monástico hasta 1835, que tras la guerra de Independencia y la desamortización de Mendizábal el año siguiente llevarán al castillo-abadía de Montearagón a la completa ruina. Desde 1976, se suceden etapas de reconstrucción y rehabilitación que hasta mi última vistita aún mantienen una alborada de esperanza.
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1 comentarios en el blog:
Hoy Mongui nos trae el recuerdo de la ciudad monasterio fortaleza de Montearagón, románico puro em sus inicios y de suma importancia por ser asentamiento real durante la transición de condado a reino de Aragón, y de la conquista de Huesca que a la postre fue también su perdición. Desde entonces luchó por mantener su apogeo para terminar claudicando con la devastadora desamortización. Viendo sus restos, cómo sería en pleno esplendor. !!! Merece la pena frenar ese camino hacia la ruina, no solo por su historia, también por la belleza del conjunto y enclave.
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