Fauna Montaña Palentina - Abejas
Los 270 apicultores de la montaña y los 200 de la provincia
ya hablaban a principios de 2022 de impulsar un sello de calidad.
Iniciamos un nuevo recorrido por la montaña palentina, en esta ocasión para detenernos en el conjunto de especies animales que pueblan nuestro hábitat. No vamos a ahondar en características, que eso corresponde más a los especialistas y hay numerosas publicaciones que lo explican. Vamos a dar un paseo. Lo haremos alfabéticamente, con una periodicidad semanal, fijándonos en aquellas fotos tiradas a lo largo y ancho de los campos y bosques de la montaña palentina. En nuestra cadena montañosa, casi desconocida para un amplio sector del mundo, pese a la promoción de instituciones y periódicos, transita una abundante y diversa fauna. Especies que apenas conocemos y animales no por conocidos, con unas características que bien merecen un apartado como este que ahora proponemos. Donde el material gráfico no llegue, pasaremos al siguiente, obviando algunos que, como el perro o el gato, uno se los encuentra por todas partes. Seguro que las imágenes suplirán con creces todo lo que no acertemos a rescatar en esta nueva sección para Diario Palentino.
Estalayo, el fotógrafo, recuerda que fue muchas veces con su padre a catar colmenas en los prados y en los últimos viajes a la montaña dio por sentado que esto había pasado a la historia hasta que, caminando por uno de los bosques pernianos, se dio cuenta de que la colmena que había localizado en un roble dos años atrás había sido catada. En esta primera serie de abejas, podrás ver unas fotos de las colmenas de mi vecino, el tío Andrés, el único que las tenía en el pueblo de Tremaya.
@ Se distinguen de las avispas por las setas o pelos que cubren su cuerpo, en las venas de las alas posteriores y en las hembras porque la séptima lámina abdominal está subdividida en dos.
@ En Castrejón de la Peña hay un Museo de las Abejas, cuyo objetivo es dar a conocer de forma didáctica y amena el tiempo que viven, las tareas que realizan, cómo elaboran miel, la organización de la colmena y la importancia de la polinización. Allí se recogen las técnicas utilizadas por los colmeneros de la zona. Para llevar adelante este proyecto se ha utilizado como sede la escuela del pueblo. En octubre se celebra desde hace varios años la Feria de la Miel, a propuesta de este Museo.
@ Ana y Rafa es una pareja de apicultores ubicados en la localidad de Triollo que explican en la red su proyecto relacionado con la miel de brezo ecológica. También anuncian propóleo, mezcla resinosa obtenida por las abejas de las yemas de los árboles, exudados de savia u otras fuentes vegetales y procesado luego en la colmena; También anuncian polen y enjambres por encargo.
@ Araceli Molina expone la exquisita miel que sale de las colmenas de Santibáñez de Ecla en la guía del apicultor. Allí expone la excelente acogida que ha tenido el producto, asociándolo a su lugar de procedencia.
@ Edu Vargas, apicultor, se presenta desde Velilla del Río Carrión. "Extraemos nuestra miel una vez al año, de forma artesanal y en frío, para no perder ninguna de las propiedades y la comercializamos bajo el nombre de "Carboneras", haciendo el guiño a lo que fue esta tierra minera.
@Casa Las Vacas, que ofrece tres confortables casas rurales en Cervera de Pisuerga, se hace esta pregunta en un video que cuelga en Facebook: ¿Sabías que para hacer un kilo de miel más o menos hacen falta 2540 abejas volando 156 kilómetros cada una? Por cierto, en la Montaña Palentina tenemos un miel riquísima, cuando tengáis ocasión os acercáis a probarla.
@La organización Muruna (Mundo Rural Naturaleza) exponía en un diario de la región la idea de colocar carros de colmenas, a los que denominaron "apimovil" en zonas apartadas de la Montaña Palentina, lo que permitiría -según el experto-, libar en lugares distintos, para compensar la desaparición de las abejas silvestres, afectadas entonces por la plaga de la varriosis.
REFRANES - CITAS - AFORISMOS
SOBRE ESTA BITÁCORA
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8 comentarios en el blog:
De entrada, vaya mi enhorabuena, tanto a Froilán como a José Luis, por esta nueva sección que hoy comienzan en Diario Palentino. En esta ocasión escribiendo sobre la Fauna de la Montaña Palentina. Un paso más en ese afán que persiguen de dar a conocer nuestra Montaña desde todos los puntos de vista y ángulos posibles. No cabe duda que el éxito de estas crónicas lo van a tener asegurado, porque aunando letras y fotografías en este incomparable marco de nuestra Montaña, van a conseguir que estemos esperando cada domingo la crónica de esta Fauna de esta bonita Comarca palentina. Y en el caso concreto del reportaje de hoy, con el que se inician, nos dan a conocer una serie de detalles del mundo de las Abejas que desconocíamos, acompañado de unas ilustrativas fotografías que le complementan de manera práctica. Saludos.
Inauguras esta sección con un animal muy noble, cuyo producto es un manjar. Conozco bastante bien el mundo de las abejas pues de pequeña en casa teníamos tres colmenas para uso propio, teníamos miel en casa todo el año y métodos rudimentarios para extraerla, así que cada vez que veo posarse una abeja en mi jardín pienso en los viajes y el trabajo que le echa para sacar un trocito de miel. Buen comienzo de la serie sobre la fauna de la Montaña Palentina, tanto en texto como en fotos, la miel de la zona será rica y de la mejor calidad pues la diversidad floral es una excelente condición para ello. Enhorabuena y a esperar el siguiente.
Buenos días Froilán
Un bien comienzo con uno de los más importantes especímenes. Enhorabuena
Muy interesante esta nueva sección con una atrayente información del mundo de las abejas, excelentes fotografías de José L. Estalayo, y mucha información, como la existencia del Museo de las Abejas en Castrejón de la Peña. Y es que Palencia ocupa el cuarto puesto en la Comunidad de producción de miel, y cada año celebra la Feria Apícola, de la que se llevan organizando cinco ediciones. La miel palentina tiene su propia marca, con la sugerente vitola de “Miel de Mieles”. En Palencia existen unas 800 instalaciones, y una treintena de productores que figuran en la marca Alimentos de Palencia. Enhorabuena, Froilán y Estalayo, por esta gran publicación sobre la Fauna de la Montaña Palentina que seguiremos cada semana con mucho interés.
Noches de miel y aguijones
Las noches en mi infancia tenían un aroma único, mezcla de humo, miel fresca y aventura. Mi padre y yo nos adentrábamos en el bosque, siguiendo los murmullos de las abejas que aún resonaban bajo la luna. No era una actividad cotidiana; cada incursión tenía algo de ceremonia. Él llevaba una mecha para encender, una herramienta que dominaba con maestría, mientras yo lo observaba desde abajo, entre el temor y la admiración.
Los panales solían estar en lo alto de los árboles, como pequeños tesoros colgantes en los huecos de los robles. Mi padre, ágil y decidido, subía sin dudar. Encendía la mecha, espantaba a las abejas con el humo, y comenzaba su labor. Pero las abejas no cedían sin resistencia; lo recuerdo bajando con las manos llenas de miel y el cuerpo marcado por picaduras. “Al menos una docena esta vez”, decía con una sonrisa forzada. Abajo, yo nunca salía indemne. Cinco, seis, a veces más aguijones encontraban mi piel.
Era curioso cómo nos acostumbrábamos al dolor. Lo asumíamos como parte del ritual, ignorando el detalle que años después descubriría: dejar los aguijones en la piel solo prolongaba el veneno.
Regresábamos a casa cargando los panales, impregnados del dulce olor de la miel. Mi madre y abuela nos recibía entre risas y regaños por las picaduras. Pero todo valía la pena cuando probábamos esa miel dorada y viscosa, un manjar de la montaña. Aunque siempre tuve una peculiaridad: si me atrevía a comer más de dos cucharadas sin pan o algún acompañamiento, un dolor agudo me atravesaba el estómago. Era breve, pero intenso, como si la miel misma quisiera recordarme que los excesos tienen su precio.
Años después, la vida me llevó a los Andes, a más de 3,500 metros de altura. Allí me convertí en el guardián de 400 colmenas, todas dispuestas en cajones meticulosamente diseñados. Era un mundo completamente distinto: ordenado, práctico, pero sin perder la magia. Las abejas seguían siendo las protagonistas, pequeñas trabajadoras incansables que, en su danza diaria, tejían oro líquido.
Y aunque mi vida cambió, cada vez que pruebo la miel, vuelvo a esas noches bajo el cielo de mi infancia, al humo, a las risas de mi padre y al zumbido eterno de las abejas que tejían recuerdos en la montaña.
Fue una elección muy atinada la de las abejas. Un habitante de Tremaya que vive en Ventanilla se va a Andalucía a comprar Enjambres.
Felicitaciones a los dos, por esta nueva sección que hoy inauguran, y que será muy bien recibida por todos los lectores. Si habrá que valorar y respetar a todo ser vivo, por chico que nos parezca, porque justamente estas "voladoras", son muy importantes para nuestra supervivencia. Gracias siempre por "desasnarme", muchas suerte con esta iniciativa, y esperamos deseosos la próxima nota.
Importante estreno con el dais comienzo a tu nuevo artículo en el Palentino, hoy dedicado al amplio mundo de la abeja. Yo creo que por mucho que se pueda documentar sobre este tema siempre sería poco. Los que tenemos ya la barba como serdas y nos hemos criado en lugares rurales la mayoría sabemos el manjar que era comer directamente la miel recién sacada del panel al estar cantando, lo que era el aguamiel etc. Tengo que decir que yo soy alérgico a ellas, en una ocasión las pasé p... Pero no las tengo manía.
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