Va por vosotros, periodistas
La vuestra, amigos periodistas de todo el mundo, es una profesión arriesgada, vocacional, de valientes. Añadiría más palabras. Siempre faltaría alguna que definiese hondamente lo que sois, representáis y hacéis en favor de la verdad, de quienes sí estamos en contra del dolor y la violencia de todas las guerras. Esa verdad que nos hacéis llegar contrastada y clara. La realidad ha de ser conocida o nos convertiremos en borregos, sí, borregos que degenerarían en rebaño en calma, dirigido con un silbido o una piedrezuela para asustar. .
Monumento a la libertad de prensa (Cádiz) | De Emilio J. Rodríguez, common |
Pensemos, mientras nos dejen, porque el poder de la mentira carga sus pilas y se convierte en viento huracanado que empuja con fuerza, para consolidar un rebaño útil, de creyentes fieles, dóciles, pues no piensan y aceptan lo que otros lanzan al aire, eso sí, con pedagogía bien buscada, para hacer digeribles sus ideas porque son repetidas, una y otra vez, hasta la saciedad y no resulta difícil sino muy fácil dejarse embaucar e, incluso, convertirse en defensor acérrimo de lo indefendible: los bulos que circulan a más velocidad que la luz y -por la facilidad que tienen o se les permite- llegan hasta el lugar más lejano. Al pan, pan, y al vino, vino. Digo bulos sin necesidad de usar dos palabras, escribirlas en cursiva o entrecomilladas. Bulos. Nos entendemos. Nunca fui oveja que se alimenta de pastos dados por la mano de algún mesías de amplia sonrisa y gesto cariñoso, de lobo campechano. La poca o mucha libertad debe ser buscada. No llega gratis. También desde mi columna felicito a los estudiantes que se han declarado enemigos de esa guerra cruel, genocidio, no reconocido por muchos que se sienten buenísimos y pasan de una realidad que mata a civiles, niños y personas de toda edad, engañados para que acudan a recoger comida, o a buscar techo en un hospital o en una cola de evacuación y ¡qué casualidad!, en esos momentos se ataca con acierto matando a muchos. Tristemente, la cizaña de la que habla el Evangelio crece en el campo del ser humano… Pero ¿cerramos los ojos? ¿Tapamos nuestros oídos? Vale para NO PENSAR. Complicarse la vida ¿es útil? ¿Lo es luchar contra lo que otros aceptan como insuperable? Escucho la radio. La cifra de muertos indiscriminados se hace mayor cada día.
SOBRE ESTA BITÁCORA
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8 comentarios en el blog:
Más claro agua
Al pan, pan y al vino vino
Tienes razón en tu relato de hoy, Carmen. El mundo del periodismo está muy convulso en estos momentos. Máxime cuando desde el poder se están estableciendo una serie de normas en la libertad de prensa que atentan directamente sobre la propia esencia de la prensa. Y algo de todo eso señalas también en tu artículo. Y es que cuando lo que se publica no me gusta y no me favorece, intento silenciarlo cambiando la ley... Mal negocio nos ocupa. Saludos.
Las palabras de Carmen Arroyo siempre calan, pues habla con la verdad que sale del corazón, la verdad pura, la verdad verdadera, la que no ha sido cambiada por la cabeza o el egoísmo. El periodismo actual está pasando por malos momentos. El verdadero, el puro, la minoría, está siendo perseguido o callado. La mayoría está vendido. La verdad ha de prevalecer y casi siempre lo hace. Carmen Arroyo prevalecerá siempre.
Los estudiantes siempre dando el primer paso, ante cualquier injusticia, en el mundo entero.👏👏👏 También en Uruguay, en la época de la oscura dictadura, cayeron muchos estudiantes por defender causas justas. Y en aquellos convulsionados años, el dúo Los olimareños (uno de los referentes de nuestro canto popular), editó La canción del estudiante, que ahí la comparto contigo. Un abrazo.
En las nuevas normas aprobadas solo veo un intento de desarbolar las numerosas noticias falsas, que desorientan a la población, no veo ninguna restricción del derecho a la libre expresión de las ideas. Este matiz es importante, porque de tanto repetir que el Gobierno quiere acabar con las críticas a su gestión puede haber gente que se lo crea. Y tú sabes, con las normas en la mano, que lo que se pretende precisamente es la defensa de la libertad de expresión y que los españoles sepamos cómo se financian todos los medios de comunicación, igual que sabemos cómo se financian los partidos, los sindicatos o la patronal.. Saludos cordiales.
Acá en Chile, por lo menos, el periodismo sigue casi sin ataduras, lo que es un privilegio, por cierto. Incluso, la prensa ha destapado casos de corrupción. Saludos y excelente artículo. Solo les enseñaría a los más jóvenes el buen uso del lenguaje, pues dan material para mi Blog.
Excelente como siempre, querida tocaya. ¿Qué podría añadir que no se sepa sobre lo que está pasando con los periodistas opositores aquí en Venezuela? Un abrazo.
Para los amigos, ellas y ellos, que conozco personalmente, o vía Internet. Agradezco vuestra lectura, de corazón. Quizá, haber vivido en pueblos y en varias ciudades, me permitió observar el paso del tiempo, siempre con la curiosidad de entender por qué el ser humano cambia no solo físicamente sino por dentro. Nos ocurre a todos. Y, sin apenas darnos cuenta, lo que pensamos puede girar por un comentario, una frase oída en la radio, en una tertulia; una lectura que aceptamos como buena. Cuentan los sabios labradores que un arbolico no se tuerce si se coloca a su lado un tutor que dirige su crecimiento hacia arriba y lo mantiene sin dejar que se venza hacia uno u otro lado. Luego, llegará el momento de separar ambos y ver en todo su esplendor el milagro conseguido. Cuando entre amigos, alguno cambia radialmente y ve blanco donde los demás ven negro, o, a la inversa, sé que es muy difícil convencerlo de su equivocación. Ocurre que, como en el poema de Alberti, la paloma equivocó el rumbo y quizá pueda recuperarlo. Tiempo al tiempo. La esperanza siempre viva.
No suelo entrar en los comentarios. Sí los leo. Quizá este día 2 de octubre -oscuro, lluvioso y triste- ha tirado de mí y escribí, para todos vosotros estas palabras. Repito amigos, gracias por leerme. Espero no defraudaros. En ese caso, pido me disculpéis.
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