Espectacular fachada del Convento de San Esteban, en efecto, que hoy nos muestras, Alfonso, de tus viajes por la ciudad de Salamanca. Una fachada que se nos muestra cargada de decoración obedeciendo a un arte plateresco que se estilaba en su época; y que causa sensación su contemplación al pasear por la ciudad. Un monumento que bien merece una visita, al igual que lo merece el resto de la ciudad de Salamanca. Saludos.

Qué puedo decir de este bello edificio, que es otro emblema de la ciudad, imprescindible para una visita, sobre todo al atardecer. Recuerdo cuando en mis años estudiantiles estando en clase vislumbraba desde la ventana las luces y sombras que dibujaba el sol del atardecer sobre la piedra de Villamayor, todo un espectáculo que me distraía alegremente de las en ocasiones, aburridas clases.

Se puede decir que el Convento de San Esteban puede presumir de dos retablos mayores, uno exterior, su fachada de piedra, de estilo plateresco que en el centro representa el martirio de San Esteban, que da nombre al lugar, y otro retablo grandioso interior, de madera dorada obra de Churriguera de estilo barroco exuberante en el que destacan seis grandes columnas salomónicas cubiertas de motivos vegetales y de un gran tabernáculo que sirve de sagrario. Un gran templo muy cercano a mi casa y que me sigue impresionando cada vez que entro o paso por su entorno… y sí, en este templo hace cuarenta y dos años tuve el honor de casarme y nuestro cronista y amigo Alfonso fue testigo del acto. (Manuel)

Tres comentarios adornan mi escrito sobre el Convento de San Esteban: Javier Terán resalta “su espectacular fachada cargada de decoración”. FGC recuerda sus años estudiantiles y los muchos días cuando miraba desde la ventana de su clase el edificio. Mi amigo salmantino Manuel, que se casó en San Esteban, nos da más detalles sobre el interior del monumento, “que le sigue impresionado cada vez que entra o pasa por su entorno”, con recuerdos de su boda, hace 42 años.
Quedo muy agradecido y satisfecho con vuestros tres comentarios.

Incombustible amigo Alfonso: Con tu espléndido, detallado y tan bien ilustrado artículo, aparte de disfrutar con él, has hecho recordar mis viajes a esa hermosa ciudad, cuando trabajaba para Fray Escoba en los Dominicos de Palencia, y debía desplazarme, por un día, a ella por nuestros trabajos de imprenta con la Calatrava. Siempre comía y compartía con mis queridos frailes amigos de San Esteban y disfrutaba de la hermosura de todo su complejo, paseando con algunos de ellos por él, muy especialmente por su claustro, cargado de tanta historia. Gracias por haberme hecho feliz